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Nápoles y el Gran Caffè Gambrinus
Elegante, cosmopolita, uno de los hitos de la cultura napolitana
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Último testigo de la brillante temporada del café-chantant, el Gambrinus se encuentra al principio de Via Chiaia, a pocos pasos de la Piazza del Plebiscito y del teatro San Carlo. Fundado en 1860 como Gran Caffè, treinta años más tarde fue completamente renovado en su mobiliario y rebautizado con el nombre adicional de Gambrinus, en honor del rey germánico a quien la leyenda señala como inventor de la cerveza. Restaurado a su antigua gloria en 2001, es ahora una especie de templo del café y la pastelería napolitanos.
Por qué es especial
Lo que sorprende a primera vista es la sucesión de salas decoradas con estucos florales y frescos de ambientes napolitanos y de Capri. En cuanto a los conocidos, la lista es amplia: es una especie de cruce obligado para intelectuales, artistas y personajes públicos, de Benedetto Croce a Eduardo De Filippo, de Oscar Wilde a Ernest Hemingway, con mención especial para todos los Presidentes de la República, de Cossiga a Mattarella, que han respetado la tradición de un café en el Gambrinus.
Para no perderse
En más de 150 años de historia, el Gambrinus ha visto turnarse en su escenario a orquestas vienesas y a todos los grandes intérpretes de la canción napolitana. Hoy, la actividad cultural continúa en el doble frente de la música y la literatura con encuentros que a menudo ven entrelazarse ambos géneros. También ocurre que el Gambrinus se representa a sí mismo, como cuando se trata de presentar una nueva novela del comisario Ricciardi, policía habitual que tiene su propia mesa fija en el Gran Caffè.
Un poco de historia
En 1882, el Gambrinus fue testigo del nacimiento de una de las canciones napolitanas más famosas, A' Vucchella (La boccuccia), cuya letra improvisó el poeta Gabriele D'Annunzio en un desafío entre hombres de letras. Guardada en un cajón durante 25 años, la canción fue publicada en 1907 por Ricordi y alcanzó un éxito extraordinario gracias a la interpretación del tenor Enrico Caruso. Se convirtió en un clásico de la canción napolitana y también fue recuperada por Luciano Pavarotti en 1979.
Curiosidad
En la segunda mitad del siglo XIX nació en el Gambrinus la costumbre del "café suspendido ", es decir, pagado por el primero que quisiera aprovecharlo. " Cuando un napolitano está contento", explica el escritor Luciano De Crescenzo, " decide ofrecer un café a un desconocido porque es como si ofreciera un café al resto del mundo". Y aún hoy, a la entrada del Gambrinus, hay una gran cafetera con un aviso (ahora multilingüe): "Café suspendido. Deposite aquí su recibo, los necesitados lo recibirán".
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