Queso Imbriago, una embriagadora especialidad de Treviso

Matices

El queso permanece en contacto con el orujo -en su mayoría rojo- hasta un mes y gana en color sobre todo en la corteza inferior y más ampliamente en aroma. En los últimos años, los productores han diferenciado la maduración por variedades de uva (Cabernet, Merlot, Raboso), recurriendo también a variedades blancas (Prosecco, Verduzzo). El resultado es un producto para degustar, ni más ni menos que los vinos convocados.

Así pues, la tipicidad de este producto reside más en el proceso de maduración que en el queso utilizado, que puede ser un Asiago o un Montasio, por no hablar de los numerosos quesos locales de media curación. Lo que marca la diferencia es precisamente el orujo, que también puede ser Clinto o Fragolino, dos vinos de antigua tradición campesina, ambos con aromas inconfundibles, que hoy en día sólo se producen a nivel familiar.

En virtud de la necesidad

En octubre de 1917, el ejército italiano se vio sorprendido por la ofensiva austriaca que condujo a la derrota en Caporetto y a la precipitada retirada hacia la línea del Piave. Los territorios al este del río permanecerían en manos enemigas durante todo un año, exponiendo a las poblaciones locales a una penosa convivencia con las tropas de ocupación. Entre la historia y la leyenda, será este estado de cosas el que inspire el recurso de esconder el queso bajo los montones de orujo sobrantes de la reciente vendimia.