El chocolate y su ciudad: Modica

El Museo del Chocolate

Modica representa una especie de eldorado del chocolate, que aún se prepara según una técnica tradicional española, importada a su vez de Centroamérica. Es un chocolate "de sabor incomparable", como decía el escritor Leonardo Sciascia, "de modo que quien lo prueba parece haber llegado al arquetipo, a lo absoluto...". El Museo del Chocolate de Modica, instalado en el interior del Palazzo dei Mercedari, al principio del céntrico Corso Umberto I, está dedicado a esta producción única.

Demostración de fabricación tradicional en el Museo del Chocolate de Módica

La receta de los aztecas

Un punto de referencia para los empresarios locales es laAntica Dolceria Bonajuto, activa desde 1880, donde el cacao se elabora en frío, con canela y vainilla, según una receta tradicional azteca importada por los españoles. El resultado es un chocolate muy especial: de color marrón con reflejos grises, desmenuzable y ligeramente granuloso, un poco astringente al paladar. La recomendación es disfrutarlo con pan de trigo de la zona, como en los tiempos en que era un alimento popular.

A principios del siglo XVI, fueron los conquistadores españoles, de regreso del Nuevo Mundo, quienes introdujeron el chocolate en Europa. En su tierra de origen, el producto de la transformación de las habas de cacao era un alimento estimulante que consumían los guerreros aztecas antes de entrar en batalla. La idea era convertirlo en un producto de confitería muy extendido y así fue como, bajo dominio español, lo adoptó la ciudad de Módica, única depositaria que quedaba de aquella antigua manufactura.

El escaparate de la Antica Dolceria Bonaiuto

Chocolate en la cocina

Una especialidad de Módica son también los "mpanatigghie", medias lunas de masa rellenas de carne y chocolate, que los nobles llevaban en sus carruajes como comida de viaje. No es el único ejemplo del uso del cacao en la cocina salada de Sicilia: basta con viajar a Enna para degustar un sorprendente conejo con chocolate.