Tour de Monviso - Día 1

Así que aquí estamos de camino, pero con el primer imprevisto al que hacer frente: el refugio Sella, punto de partida habitual de la Vuelta a Monviso, ya está lleno para pasar la noche, lo que nos vendría muy bien, pero toda nube tiene su lado bueno, porque hay sitio en el cercano refugio Alpetto y al final estaremos mejor así. El punto de referencia del viaje de aproximación es Saluzzo, que tiene Monviso al fondo y ya es un espectáculo. Luego subimos por el valle del Po hasta Paesana, desviándonos después hasta Oncino, a 1220 metros, donde termina el asfalto. Y aquí comienza la aventura.

De Saluzzo a Oncino (1220 m): foto de recuerdo al inicio en el valle del Alpetto

La guía advierte: "en las tardes de verano, posible niebla en los valles" y nos dirigimos alegremente hacia ella. El camino de herradura asciende el Vallone dell'Alpetto al principio ligeramente, pasando y volviendo a pasar varias veces por uno de los altos ramales del Po. Por cierto, no hagas caso a los que lo hacen empezar en Pian del Re porque no es más que una convención. En realidad, el río toma su forma de siete arroyos que descienden de los valles de Monviso. Llenamos nuestras cantimploras con esa agua noble, primer acto de nuestro homenaje a la montaña.

Al atardecer, el "Rey de Piedra" hace su aparición tras el refugio del Alpetto (2268 m).

Luego la carretera se convierte en senda y más arriba en pista a través de la exuberante hierba, que a veces se cubre de floraciones amarillo-azules. Siempre entre la niebla: 110% de humedad, tenemos ganas de sudar. Al caer la tarde, parece que no vemos las luces del refugio, justo a tiempo para sentarnos a comer. Estamos a 2270 metros de altitud, mil metros de desnivel para empezar. El cielo vuelve a estar despejado y en el crepúsculo podemos ver el perfil del Rey de Piedra justo encima de nosotros. Vaya, qué montaña...