Villa Necchi-Campiglio, Milán

Para no perderse

Acabados valiosos (y perfectamente conservados), como el suelo de nogal que cubre aproximadamente 500 metros en cada planta. Sin embargo, lo más apasionante es "asomarse" a la vida mundana de la alta burguesía de principios del siglo XX, empezando por los armarios que siguen intactos y llenos de encanto.

Un poco de historia

La mansión Necchi (famosa marca de máquinas de coser) se construyó entre 1932 y 1935 y se convirtió en el hogar de tres personas: las hermanas Nedda y Gigina Necchi, además del marido de Gigina, Angelo Campiglio. Los tres dieron al arquitecto Portaluppi un mandato total para diseñar y construir la casa sin restricciones de presupuesto: ¡el sueño de cualquier arquitecto! Y los resultados de tanta libertad fueron evidentes de inmediato: se trataba de una auténtica villa de campo en el centro de Milán (que en aquella época era mucho más verde que ahora), completa con pista de tenis y piscina climatizada, la primera privada de la ciudad.

Curiosidad

La familia vivió aquí hasta 2001 y, al no tener herederos, dejó la casa a la FAI. Por si tanta belleza no fuera suficiente, la casa también se enriquece con numerosos cuadros, esculturas y mobiliario adquiridos en su día por la familia Necchi Campiglio o donados posteriormente a la FAI, como la colección de principios del siglo XX de la galerista Claudia Gian Ferrari y la colección de artes decorativas del siglo XVIII de Alighiero y Emilietta De Micheli. Hay esculturas de Arturo Martini y Adolfo Wildt, pinturas de Morandi y De Chirico (incluso hay una del hijo de Luigi Pirandello, Fausto) y dibujos de Matisse, Picasso y Modigliani.