SHARRYLAND
Via degli Asini
Esos lunetos abiertos en la plaza que fascinan y rebobinan el tiempo
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
En el corazón del pueblo de Brisighella hay una plaza larga y estrecha. Mirando hacia el noroeste se divisa el Ayuntamiento, un bello edificio de estilo palladiano, mientras que los otros lados de la plaza están muy juntos y formados por bloques de pisos. Dejando atrás el Ayuntamiento, los edificios de la izquierda presentan una rareza: todos son bastante uniformes, colores aparte. La única explicación posible es que haya algún elemento que los una y los convierta en algo especial.
Por qué es especial
Decir que estos edificios son bastante uniformes quizá sea quedarse corto. De hecho, todas las fachadas tienen cinco huecos que pueden dividirse en tres niveles. Empezando por el nivel de la calle, encontramos la puerta de una tienda, o taberna, o garaje y una pequeña ventana enrejada inmediatamente encima. El segundo nivel se caracteriza por aberturas semicirculares de diferentes anchuras. El tercer nivel consta de dos hileras de ventanas típicas de las habitaciones habitables. En la misma esquina que conecta estos edificios con el edificio municipal hay una pequeña puerta arqueada indicada por un cartel con una flecha que reza: Antica via Degli Asini (Antigua calle de los Asnos).
Imperdible
Una calle no se entiende del todo sin recorrerla, y esto es aún más cierto en el caso de la Via degli Asini, o Antica Via del Borgo. Hay que verla para entender su espíritu. Subiendo una escalera de piedra, uno se encuentra en una especie de pórtico elevado. Los muros que dan a la plaza en algunos lugares dejan a la vista su estructura de ladrillo, mientras que el interior está bien enlucido y cada arco exterior corresponde a una pequeña puerta. El suelo parece de terracota, y el techo está caldeado por vigas vistas. El efecto es rústico, elegante, evocador, pero ¿por qué llamarla Via degli Asini (Calle de los Asnos)?
Un poco de historia
En otro tiempo, la superficie que pisamos era el camino de ronda de las murallas de Brisighella. Cuando las murallas dejaron de ser necesarias, se construyeron viviendas que cubrían el paseo y se excavaron en la roca diversas estancias. Los que utilizaban esta nueva estructura eran los birocciai, que traían la tiza de las canteras a la ciudad. En particular, el antiguo camino se convirtió en la vía de paso de los burros, y también en su hogar, ya que aquí se excavaron establos para ellos. Impensable, pues, no bautizarlo en honor de sus simpáticos habitantes.
Curiosidad
La Via degli Asini no era una estructura independiente. Todos los niveles de estos edificios estaban interconectados: a nivel de la calle se dejaban los carros, en el piso superior vivían los burros y sobre ellos, los burreros y sus familias. Un pequeño microcosmos dentro del pueblo.
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