SHARRYLAND
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
El macizo del Terminillo se presenta a la vista con sus cuatro majestuosos picos: Terminillo , Terminilletto, Terminillucio y Monte Elefante. Las rutas para llegar a la cima son muchas, pero no hay de qué preocuparse: todas son auténticos viajes a la naturaleza, donde el panorama, la fauna y la vegetación abren los ojos a verdaderas maravillas. Hermosas floraciones de orquídeas, gencianas y otras flores acompañarán el paseo en primavera, y los más observadores también avistarán algunos animales salvajes. Pero el espectáculo aún no ha terminado: ¡la cumbre aguarda!
Por qué es especial
Cuando se bordea la cara de la montaña, se abre un paisaje dolomítico capaz de fascinar a cualquiera, y luego, cuando por fin se alcanza la cima, uno se pierde oteando el horizonte tratando de reconocer los alrededores. En días despejados, también se puede ver el Gran Sasso, la Reserva de Cervia y Navegna, el territorio de Umbría y muchas otras bellezas.
Para no perderse
Quienes conocen bien la montaña lo saben: la ascensión no es sólo una experiencia de alcanzar la cumbre, sino un camino vivencial de verdadero contacto con la naturaleza. Y es con este espíritu que, paso a paso, percibimos los sonidos del bosque, el suelo que responde a la presión de nuestras suelas, las caricias del viento y del sol... y si cerramos los ojos y escuchamos la montaña, nos parece percibir su aliento a nuestro alrededor.
Un poco de historia
Casi todos los eruditos han coincidido en identificar el grupo del Terminillo con las " Tetricae Horrentes Rupes " de Virgilio y las "Gurgures Alti Montes" de Varrón. En el siglo XVIII, el escritor rietense Lorenzo Mattei, ilustrando la ciudad de Rieti en su "Erario Reatino", dio una indicación precisa del nombre dialectal de Monte Urulu utilizado por los habitantes de Rieti para identificar la montaña actual, mientras que fue a principios del siglo XIX cuando se impuso el nuevo topónimo de Terminillo, muy extendido entre las poblaciones del piedemonte desde 1500.
Curiosidad
Parece increíble hoy en día, pero las montañas no siempre han sido los encantos irresistibles que son en la actualidad. Antes del siglo XVIII, por ejemplo, los mapas topográficos de Sabina mostraban el Terminillo con picos dolomíticos muy altos, señal inequívoca del miedo, el horror y la impresión que las montañas despertaban en la psicología del hombre en el pasado. No fue hasta finales del siglo XIX, con la difusión del alpinismo, cuando comenzaron las primeras ascensiones a cumbres y la exploración sistemática de las montañas.
Para organizar el viaje
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