Strada delle Cave en Rapolano Terme

Los canteros de Rapolano

Nuestros abuelos y bisabuelos -casi todos- trabajaban en las canteras. Venían de los pueblos vecinos en bicicleta, con el almuerzo en la cesta o el pañuelo, a primera hora de la mañana. Pasaban el día afanándose, sin ninguna protección y respirando el polvo y el micropolvo del mármol, lo que para muchos, incluso jóvenes, significaba enfermedades graves y mortales. Sin embargo, las numerosas fotos de archivo los muestran sonrientes, en los descansos del trabajo, y orgullosos. Para algunos de ellos, los más especializados, el trabajo en la cantera era muy remunerado: los canteros de Rapolano eran conocidos y solicitados en toda Italia; el valor y la calidad de la formación práctica que realizaban en la cantera eran indiscutibles.

El paisaje casi lunar crea un fuerte contraste con los prados circundantes.

La Via delle Cave

La Via delle Cave era una vía de comunicación entre el pueblo medieval de Serre di Rapolano y el cercano centro de Asciano, y desde allí hacia la Valdichiana y la zona de Arezzo. Se desarrolló rápidamente a principios del siglo XX, cuando la extracción de travertino de las canteras locales se hizo industrial y dio trabajo a muchos trabajadores locales. Las canteras crecieron exponencialmente hasta los años 70 y 80, cuando la crisis del sector de la construcción frenó el crecimiento. Entonces comenzó un lento declive, que vio el cierre o la reducción de tamaño de muchas empresas. Hoy en día, el travertino sigue siendo uno de los pivotes económicos del municipio, suplantado, sin embargo, por el desarrollo de las instalaciones balnearias.

El arte de la piedra

De las canteras de Rapolano procede el travertino de muchas iglesias renacentistas, como la catedral de Pienza, la iglesia de San Biagio en Montepulciano o la iglesia de Provenzano en Siena. Hoy existe una escuela de escultores y canteros, y durante años Rapolano acogió a jóvenes escultores japoneses que venían aquí en verano a participar en cursos de formación, practicando con nuestro material: friable, poco resistente, fácil de rayar (e igual de fácil de arruinar). Algunas de sus obras están expuestas en el Parco dell'Acqua, en Rapolano, que merece la pena visitar.

Travertino Terra chiara de Rapolano apomazado

Vettor Pisani

Al final de la Via delle Cave, con vistas a una cantera abandonada, se alza un extraño edificio triangular, ahora abandonado. Es el "Museo de la Catástrofe ", la casa-atelier de Vettor Pisani (1934-2011), el ecléctico artista que en 1995 había elegido Rapolano como su lugar del alma y había puesto en marcha un proyecto para rendir homenaje a la naturaleza ultrajada por el hombre y darle nueva vida a través del arte: aprovechar la energía liberada por performances y proyecciones en las propias canteras, para hacer palpitar de nuevo la piedra.

Un paseo por la Luna

La invitación es a caminar por la Via delle Cave, desde el pueblo medieval de Serre di Rapolano hasta la casa de Vettor Pisani, para entrar en contacto con este paisaje lunar, entre el horror y la maravilla. Es un paseo corto (media hora ida y vuelta), llano, por una calzada, apto para todos los públicos. Mejor en mayo, cuando la naturaleza ha despertado y Serre di Rapolano vuelve a sumergirse en la Edad Media durante quince días, con la fiesta medieval del Serremaggio.