Santuario del Beato Sante

Qué es y dónde está

Una iglesia de ladrillo rosa con campanario, pórtico de arcos de medio punto y patio protegido del sol por encinas gigantes. Encaramado en la colina de Scatoneto, el conjunto de convento e iglesia, originalmente una ermita franciscana del siglo XIII, carece de pompa y solemnidad; más bien sorprende por el ambiente acogedor que se respira en cada rincón. Se accede subiendo una majestuosa escalinata o aparcando el coche en la parte trasera y subiendo por un corto camino cuesta arriba. Alrededor, una arboleda rodea el santuario e invita a escuchar la naturaleza.

Por qué es especial

Quizá sea la sencillez y la ausencia de distracciones ostentosas lo que confiere al santuario su toque único. La iglesia es de construcción sencilla: dos naves con presbiterio en el que destaca un altar de 1638 y un imponente crucifijo de gran valor artístico, atribuido a Ferrer Bassa (primera mitad del siglo XIV). La Capilla del Beato Sante, guardiana de las reliquias de Giansante, es el corazón del santuario. La visita se completa con el claustro, obra de Girolamo Genga, la base del campanario del siglo XVIII, considerado todavía uno de los mejores ejemplos locales de campanario, y la pinacoteca.