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Santa María en Bressanoro, entre gótico y renacentista
En la verde campiña de Cremasque, una iglesia de terracota esconde un maravilloso ciclo de frescos.
¿Dónde está?
Qué es y dónde está: una joya escondida
"Escondida" puede decirse realmente de la iglesia de Santa María, aislada como está, a las afueras del pueblo de Castelleone y muy poco señalizada. Cuando de repente aparece, es una auténtica sorpresa: un gran edificio de ladrillo (terracota lombarda) de proporciones perfectas. Tiene planta de cruz griega, un alto tiburón octogonal que encierra la cúpula, una fachada a dos aguas y un pequeño porche delante con tres arcos. Al acercarse, aparecen los detalles: las ricas decoraciones de terracota con arcos colgantes, los ángeles en los frisos de las pilastras, el riquísimo marco del portal ojival, compuesto por cinco bandas que alternan puttini y tortiglioni.
Un poco de historia: entre el Gótico y el Renacimiento
La iglesia se encuentra a caballo entre el Gótico y el Renacimiento. Al tiempo que conserva las tradiciones del gótico lombardo, la terracota, el friso, la fachada a dos aguas, el desconocido arquitecto de Bressanoro conocía bien las lecciones del Renacimiento: de hecho, la planta del edificio recuerda la obra de Filarete, que trabajaba entonces en Milán, en la Ca' Granda y la Torre del Castillo.
Por qué es especial: el ciclo de frescos
El interior deja con la boca abierta: es un triunfo de frescos que cubren el tambor de la iglesia narrando las historias de la vida de Cristo, desde la Anunciación hasta la Resurrección, culminando en una grandiosa Crucifixión. Desconocemos los nombres de los artistas, pero sabemos que ellos también estaban al tanto de las innovaciones del Renacimiento, aunque continuaron en la tradición del gótico cortesano.
No te pierdas: los ángeles orantes y las decoraciones
La atención se centra en los frescos, pero no hay que pasar por alto las ricas y elaboradas decoraciones de terracota: una banda de ángeles orantes recorre toda la cámara central, a lo largo de los arcos que separan las capillas y sobre las cúpulas. En las pechinas hay ángeles de terracota de cuerpo entero. Las decoraciones se atribuyen a un artista activo en la Lombardía de la época, Rinaldo De Stavolis, uno de los artistas cremonenses más importantes de la segunda mitad del siglo XV, que trabajó en la Certosa de Pavía y posiblemente también en Ca' Granda.
Curiosidad: los orígenes de la iglesia
La iglesia fue construida por Bianca Maria Sforza, que tenía una residencia de verano en esta campiña. Fue el beato Amadeo Menez da Sylva, judío español converso, quien abogó por su construcción, pero la tradición cuenta que la iglesia fue el cumplimiento de un voto hecho por Bianca Maria Sforza durante la enfermedad de su hija Ippolita. Ambas están representadas bajo la cruz en el grupo de mujeres, a la izquierda, mientras que a la derecha, a caballo, aparece Ludovico el Moro. El pórtico, el ábside y el campanario se añadieron en el siglo siguiente.
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