SHARRYLAND
Santa María de la Consolación
Una obra maestra de elegancia a las afueras de las murallas de Todi
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
El Templo de Santa Maria della Consolazione se encuentra inmediatamente fuera de las murallas de Todi, al suroeste de la ciudad, y es una de las obras maestras del Renacimiento umbro. Sus formas buscan la perfección a partir de la planta en cruz griega, resultante del encuentro de dos brazos iguales a los que se adosan cuatro ábsides, tres de los cuales son poligonales y uno, el septentrional, semicircular. Los ábsides, desarrollados en dos órdenes, están coronados por cúpulas que abrazan idealmente la terraza y la majestuosa cúpula central, sostenida por un tímpano decorado con dobles pilastras jónicas atribuidas a Francesco Casella.
Por qué es especial
Cuando se contempla el santuario, uno queda encantado por el equilibrio de sus formas, sus imponentes volúmenes, en lugar de cernirse sobre el observador, lo acogen y casi lo acunan. Parece increíble para un monumento de setenta metros de altura. Este efecto es sorprendente si se tiene en cuenta que hay elementos que se construyeron en siglos muy diferentes. Los tres portales de entrada, por ejemplo, datan de los siglos XVII, XVIII y XIX respectivamente; mientras que el interior, espacioso y luminoso, es de estilo barroco atribuido al genio de Filippo da Meli.
Imperdible
El ábside norte, el único perfectamente semicircular, alberga el altar, un triunfo del mármol policromado y el dorado, elegantes columnillas, suaves volutas y gráciles estatuas. En el centro de la majestuosa composición hay una abertura, casi una pequeña ventana a una imagen sagrada. Un fresco, para ser exactos, más antiguo que el propio santuario. Es un fresco que representa a una Virgen con el Niño, y el santuario se construyó precisamente para custodiarlo. El nombre de Virgen de la Consolación procede precisamente de esta imagen, la de la Madre que consuela amorosamente a su Hijo.
Un poco de historia
El edificio, iniciado en 1508, no se terminó hasta un siglo más tarde, en 1607. Aunque no hay pruebas documentales de un diseño de Bramante, la estructura del edificio parece no dejar lugar a dudas y se atribuye al célebre arquitecto desde el siglo XVI. Absolutamente cierta, sin embargo, es la intervención de algunos maestros importantes como Cola da Caprarola, Antonio da Sangallo, Peruzzi, Vignola e Ippolito Scalza.
Curiosidad
Según la leyenda, fue un albañil quien encontró los restos del fresco de la Madonna della Consolazione cubiertos de polvo y telarañas. Instintivamente, lo limpió con un pañuelo que llevaba en el bolsillo. Poco después, utilizó el mismo paño para secarse el sudor de la cara y, con este simple gesto, se curó milagrosamente de un ojo.
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