Rocca d'Anfo
Oculta durante siglos, hoy cuenta sus historias y misterios a orillas del lago de Idro
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Al recorrer la carretera nacional que bordea el lago, se vislumbra una pequeña torre encaramada a la montaña. Quien conozca un poco el lugar, o se haya fijado en los carteles indicadores, dirá que se trata de la Rocca di Anfo, y se equivocaría. Ese torreón, alto, aislado, aparentemente inalcanzable, es la Lunetta, y es sólo uno de los cerca de 34 artefactos que, unidos por senderos, escaleras y pasadizos, componen la Rocca di Anfo. Para disfrutar de una visión más clara del complejo, por ejemplo admirando las Mura Venete, hay que alejarse un poco más.
Por qué es especial
La Rocca di Anfo es una especie de microcosmos, un pequeño mundo en sí mismo compuesto por muchas entidades y, de hecho, varias almas. Sí, la gran variedad de estructuras de la Rocca se debe no sólo a las muchas épocas por las que ha pasado, sino también a las dos funciones un tanto opuestas que coexisten aquí: apertura y barrera, diálogo y conflicto. Hoy no lo esperaríamos, pero esto fue en su día una frontera estatal. Así que había necesidad de una aduana que permitiera cruzarla con seguridad a personas y mercancías, pero también había necesidad de poder defenderse en caso de necesidad.
Para no perderse
La Lunetta es el edificio más coreográfico de la Rocca. Es la famosa torreta que se alza aislada de los demás edificios, alta, casi inalcanzable, salvo tras una buena caminata. Fue encargada por Napoleón y permitía controlar el territorio permaneciendo fuera del alcance de los cañones enemigos. En aquella época, de hecho, nadie habría sido capaz de alcanzarlo. De planta circular, con numerosas aberturas en los muros, es sin duda un lugar impresionante desde el que observar, a través de las aspilleras, todo el valle y el lago. Eso sí, ármese de paciencia, ¡una vista tan hermosa tendrá que ganársela subiendo muchos escalones!
Un poco de historia
La primera fortificación parece remontarse a la familia Visconti, en el siglo XIV. Después fueron los venecianos quienes la tomaron, la ampliaron y la renovaron un siglo más tarde. Todavía hoy pueden admirarse murallas venecianas, un cuerpo de guardia y un polvorín de la época. Fue Napoleón quien quiso que Anfo fuera la fortaleza más poderosa de la zona, pero el proyecto quedó inacabado por falta de fondos. Los avatares de finales del siglo XIX y del XX hicieron que perdiera importancia. A pesar de ello, permaneció militarizada hasta 1975, y sujeta al secreto militar hasta 1992, cuando pasó a manos del Estado.
Curiosidades
Si pasea entre los edificios y ve un campanario, no vaya en busca de la Iglesia de la Rocca, porque no existe. Lo que está viendo es la Batteria Venezia disfrazada de iglesia. De hecho, el campanario no es más que un ardid, una ficción construida durante la Segunda Guerra Mundial con la esperanza de engañar a la aviación enemiga y evitar los bombardeos.
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