Un paseo por la naturaleza y la historia en Crespadoro

Contrada Papalini

El camino sube por detrás de las casas en un tramo corto pero exigente, hasta que llegamos a un cruce, que indica Campodalbero a la izquierda y Marana a la derecha. Tomamos dirección Marana y enseguida nos encontramos con una calcàra, artefacto característico de la zona que se utilizaba para fabricar cal de construcción en tiempos pasados.

La calcàra para hacer cal

Estamos rodeados de bosques y prados y cuesta imaginar que hasta el siglo pasado quienes vivían en estas zonas lo hacían sólo de lo que les daba la tierra. Sin embargo, al volver la mirada, observamos infinidad de muros de piedra seca que atestiguan la dura pero profunda relación de sus habitantes con la propia tierra.

El camino continúa llano hasta cruzar un par de viejos edificios utilizados como establos y graneros. Detrás de ellos observamos una cruz cubierta de piedras y una pequeña fuente.

Antiguos graneros y pajares

La pequeña carretera continúa cuesta arriba hacia Contrà Pozza. Aquí, entre las casas, observamos un antiguo oratorio todavía en excelente estado (se supone que data del siglo XVIII), y un mural recientemente pintado que representa una Última Cena, revisitada con personajes y escenarios locales.

La Última Cena, mural en Contrà Pozza

Desde aquí tomamos la carretera municipal que nos llevará de nuevo al punto de partida. Al cabo de un centenar de metros nos desviamos rápidamente a la izquierda para admirar la nueva cruz de la divisa de Zancon, desde donde la vista se extiende en 360 grados abarcando el alto valle del Chiampo. Y volvemos sobre nuestros pasos hasta la carretera que nos llevará de vuelta a Ferrazza, pasando por la contrada Zancon.