Parque Regional de la Maremma: paseando por la historia

Maravillosas vistas paisajísticas nos ofrecen una visión de la Maremma tal y como era antes de las reformas agrarias y la recuperación de tierras: extensiones de pastos aluviales, pantanos, estanques y canales. Un gran patrimonio de biodiversidad; rica flora y fauna, entre la que destacan el jabalí, el corzo, las aves palustres, el águila pescadora y el lobo. Por último, cómo no mencionar las magníficas playas salvajes y vírgenes: la pequeña Cala di Forno, pero también las altísimas dunas arenosas de Collelungo y la célebre playa de Marina di Alberese, famosa por sus troncos y ramas blanqueados traídos por el mar, que son muy fotografiados y hacen que se la conozca como el cementerio de los árboles.

Playa de Collelungo

Para un viaje por la historia

Los primeros indicios de presencia humana en la zona se remontan al Paleolítico Medio, hace unos 50.000 años. Numerosos yacimientos atestiguan la frecuentación prehistórica de los montes de la Uccellina: la Grotta della Fabbrica, la Grotta del Golino y la Grotta dello Scoglietto, entre las más ricas de la Toscana. Son abundantes los hallazgos de época romana, consistentes en numerosas villas y talleres de artefactos para el comercio, ya que la zona se encuentra cerca de dos importantes vías de comunicación: la Via Aurelia y el río Ombrone.

El final del Imperio Romano marcó un periodo de decadencia para la zona del Parque Natural de la Maremma: las zonas costeras fueron abandonadas por la población, que comenzó a trasladarse a las colinas, transformando la economía agrícola-comercial en agroforestal-pastoral. A este cambio se debe la inundación y consiguiente intransitabilidad de las zonas costeras, que se convirtieron en terraplenes y zonas militares fronterizas.

Abadía de San Rabano

Hacia el año mil, la zona volvió a ser el centro de las rutas comerciales y asistió al surgimiento de una poderosa abadía (hoy conocida como San Rabano) en las colinas de la Uccellina, pero la gran peste de 1348 y el cambio de las condiciones políticas y sociales devolvieron a la Uccellina a un estado de abandono y marginalidad.

Más tarde, Cosme I de Médicis intentó, con escasos resultados, recuperar estas tierras. Pero la llegada de los barcos piratas de los turcos otomanos hizo necesario restaurar las torres preexistentes (erigidas en siglos anteriores contra los ataques sarracenos) y construir nuevas fortalezas. La crisis económica y las difíciles condiciones naturales de la zona redujeron al mínimo la intervención humana, preservando intactos los hábitats originales.

Fue con la llegada de los Lorena (en Toscana desde la década de 1730) cuando se inició la recuperación de la Maremma y algunas intervenciones para mejorar las condiciones sanitarias y sociales, obras que, sin embargo, se interrumpieron cuando Toscana pasó a formar parte del Reino de Italia. Los Lorena adquirieron la Uccellina como finca agrícola y de caza.

Bocca d'Ombrone. Estanques

Tras la Primera Guerra Mundial, este territorio pasó a ser público. En 1926 se inició una recuperación efectiva de la zona, que concluyó definitivamente en la década de 1960 a cargo de un organismo público denominado ONC (Opera Nazionale Combattenti). A partir de los años 70, el territorio pasó a manos de la Región de Toscana, que en 1975 instituyó el Parque, que comprende no sólo los antiguos territorios del Granducale/ONC, sino también numerosas zonas privadas.