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Museo de las Campanas del Véneto y Villa Fogazzaro-Roi-Colbachini
Historias de sonidos y poemas
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Al llegar a Villa Fogazzaro-Roi-Colbachini, uno se sumerge en un paisaje de cuento de hadas, donde llanuras y suaves colinas dialogan desde tiempos remotos. Una espléndida villa veneciana, sencilla pero acorde con la moda arquitectónica del siglo XIX, se nos revela junto a sus cerca de 500.000 metros cuadrados de parque. Un parque romántico de estilo inglés, enriquecido por especies arbóreas exóticas y raras y trucos arquitectónicos como el falso castillo construido sobre los restos de un antiguo horno.
Por qué es especial
Desde fuera, nunca podríamos imaginar lo que esconde en su interior: el Museo Véneto de las Campanas. Un museo que guarda el alma y la historia de un trabajo antiguo, de unas manos que funden el metal, de un artesano que no debe desaparecer. Alrededor de 250 piezas cuentan el ritmo incesante de la vida, marcado por notas que aprendemos a conocer desde pequeños. 250 piezas que se guardan en vitrinas pero que siguen jugando con su historia intrínseca. De hecho, algunas lo hacen literalmente gracias a un maestro campanero y a un carillón compuesto por 15 campanas que se tocan con un teclado.
No se lo pierda
No hay que perderse el evento "Sonidos panorámicos ", donde naturaleza y melodía se dan la mano. Escuchando el delicado tintineo de las campanas de mano tocadas por la Escuela de Campanas de San Marcos, se verá catapultado a una dimensión bucólica alejada del ajetreo de la vida cotidiana. Como no se trata de un evento regular, conviene estar atento a la página de facebook y al sitio web del museo.
Un poco de historia
Las apacibles tierras de Montegalda han sido objeto de deseo de muchas familias nobles, empezando por los Chiericati de Vicenza en 1454, pasando por los Caldogno y luego los Fogazzaro. Fue el propio Giuseppe Antonio Fogazzaro quien mandó construir la villa tal y como la vemos hoy. Para el Museo Veneto delle Campane, sin embargo, hay que esperar hasta 1990, cuando la familia Colbachini adquirió la villa y el terreno. La empresa familiar cuenta con una larga y gloriosa historia de fundición de campanas, que en 1898 el Papa León XIII autorizó a llevar el título de "Fonderia Pontificia". El museo se nutre de su colección de campanas de todas las épocas y orígenes.
Curiosidades
Giovanni Antonio Fogazzaro era el abuelo del mucho más conocido Antonio Fogazzaro, que también vivió aquí. Fue precisamente la belleza del lugar y la vida del pequeño pueblo lo que inspiró al poeta para escribir e imprimir "Pequeño mundo moderno" y "Pereat rochus".
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