SHARRYLAND
Museo del Queso Parmesano
El lugar para seguir a Boccaccio en el País de Bengodi
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
En la provincia de Parma, en estas tierras que aún evocan los ecos de los Vedrianos y que huelen a los sabores de la "Strada del Culatello", se encuentra Corte Castellazzi. Compuesta por una granja con establos, granero y quesería, alberga la sede del Museo del Parmigiano Reggiano, el noble queso de la tradición italiana. Corte Castellazzi no fue una elección al azar: sus estructuras no sólo son muy bellas, sino que además cuentan con una característica especial: la quesería es un precioso edificio circular con columnata y es el único de este tipo que queda en Italia. Una auténtica obra maestra.
Por qué es especial
La exposición cuenta con más de 120 objetos que datan de entre 1800 y la primera mitad del siglo XX. Éstos, junto con un centenar de imágenes, dibujos y fotografías de época, ilustran la evolución de las técnicas de transformación de la leche, las fases de maduración, la comercialización y el papel fundamental del Consorzio del Parmigiano Reggiano en la salvaguardia de la calidad. Todo ello, en el interior de lo que, a pesar de ser un almacén, merece por derecho propio ser considerado parte integrante de la colección: la quesería circular, utilizada durante siglos para producir el queso.
Para no perderse
En el sótano y en las salas rústicas contiguas se han desarrollado otros dos temas relacionados con el principal. Así, las salas contiguas al cuerpo principal del museo muestran una colección de herramientas y objetos cotidianos que nos hablan de la civilización rural, centrándose en los temas de la alimentación. En la sala de salmuera subterránea, en cambio, hay una exposición dedicada a las innumerables imitaciones del queso Parmigiano Reggiano que existen en el extranjero.
Un poco de historia
Fueron los monjes, en particular los benedictinos y cistercienses de las llanuras de Parma y Reggio Emilia, los primeros productores de Parmigiano Reggiano, impulsados por la búsqueda de un queso que perdurara en el tiempo. La sal de las salinas de Salsomaggiore contribuyó de manera fundamental a resolver este problema y, por tanto, a la producción de este queso, tan especial y sabroso que atrajo la atención del Duque de Parma. A principios del siglo XVII, fue Ranuccio I Farnese quien oficializó su denominación de origen, definiendo que sólo el producto elaborado en sus fincas podía llamarse Parmigiano.
Curiosidad
Uno de los primeros testimonios literarios del Parmigiano Reggiano lo dejó Giovanni Boccaccio quien, en el siglo XIV, escribió en su Decamerón: "En la tierra de Bengodi, donde gana más quien más duerme, hay una enorme montaña de queso rallado de la que se desprenden grandes raviolis y macarrones de todas las formas cocidos en caldo de capón".
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