SHARRYLAND
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Con sus 1048 metros, el Monte Megna es la cumbre del Triángulo Lariano. A los que suben a su cima, ofrece una vista de 360 grados: a la derecha, el monte Palanzone con su afilada cima y los pueblos de Sormano y Caglio en sus laderas; a la izquierda, los Corni di Canzo, un tríptico reconocible hasta Brianza. Al sur brillan los lagos de Pusiano y Annone, más allá el de Montorfano y la llanura de Brianza, que en un día claro se extiende hasta Milán. Al este vislumbramos el Resegone y algunas franjas del lago de Como, la ciudad de Lecco y el río Adda. Su majestad la Grigna y su fiel centinela, la Grignetta, también destacan sobre el cielo.
Por qué es especial
Cada montaña del Triángulo Lariano expresa la identidad y la historia del pueblo que la ha habitado. Vicisitudes pasadas y lejanas llegan hasta nuestros días, regalándonos caminos trazados a lo largo de incontables décadas, estructuras rurales que persisten con el avance del tiempo, peñascos excavados en la ladera para cultivar patatas y bosques autóctonos de castaños y robles, tan preciados para la vida de las familias y sus animales. El invierno hace especiales estas cumbres, porque agudiza los colores del atardecer: los resalta en todo su espectro para ofrecer espectáculos naturales excepcionales.
Para no perderse
Uno de los senderos más satisfactorios es la Erta del Giubileo, un camino con largas y empinadas subidas por el que se puede alcanzar la cumbre del Monte Megna. Parte de Osigo di Valbrona, un antiguo pueblo rural que data del siglo XVII. El sendero discurre entre castañares centenarios, sinuosos bosques de carpes, majestuosos robles y abedules blancos. Encontramos peñascos erráticos, uno de los cuales está unido a un gran muro de piedra seca para crear un refugio para los pastores, que solían llevar sus rebaños a pastar en verano. Pasamos junto a estructuras rurales utilizadas antaño por agricultores y pastores. Desde la cima descendemos por un camino salpicado de capillas del Vía Crucis creado por Gianfranco Gaslini de Asís. Llegamos a la Conca di Crezzo y regresamos a Osigo di Valbrona.
Un poco de historia
La cima del Monte Megna está embellecida por una imponente cruz de acero que fue encargada por monseñor Francantonio Bernasconi en 2000, entonces párroco de Asso y Lasnigo, para celebrar el Año Santo Jubilar. En la base hay una caja de acero, que contiene un registro para que los excursionistas cuenten su visita.
Curiosidades
Al caminar, es posible toparse con una compuerta de agua, que permitía a los agricultores mantener frescos sus alimentos. Los túneles se construían al norte o encima de un manantial o cerca de un arroyo, que se canalizaba hasta la base de la estructura y luego se desaguaba. Los pastores depositaban allí las conche (grandes recipientes de cobre) llenas de leche: la temperatura fresca permitía que subiera la nata, que luego se utilizaba para hacer mantequilla con mantequeras.
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