SHARRYLAND
Plaza Moulin Lake
Un paraíso para los fotógrafos, un sueño hecho realidad para los amantes del follaje
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
En uno de los valles laterales del Valle de Aosta, Valpelline, hay un lugar encantador, una maravilla natural que en cada estación regala colores tan vivos que parece recién salida de un cuadro. Sin embargo, para ser sinceros, deberíamos entrecomillar ese adjetivo, "natural", ya que en realidad estamos hablando de un lago artificial: el lago de la Place Moulin, creado al represar el torrente Buthier. Pero la belleza de este lugar es tal que, a pesar de la enorme presa, uno olvida pronto el papel que el hombre ha desempeñado en todo esto, arrebatado por la vista del bosque y los Alpes reflejados en el perfecto espejo de agua.
Por qué es especial
La belleza paisajística de este rincón del Valle de Aosta es especial en sí misma, sobre todo para los amantes de los colores vivos y los fotógrafos. Sin embargo, incluso los aficionados a los números pueden encontrar aquí satisfacción, ya que el lago de la Place Moulin cuenta con varias primicias: para empezar, sus 4 kilómetros de longitud lo convierten en uno de los mayores lagos de la región. A esto se añade la grandeza de la presa que lo contiene: es una de las mayores presas de arco de Europa, construida en 1965, con 155 metros de altura y 678 metros de longitud. Un auténtico gigante de la ingeniería que hay que contemplar con admiración.
No se lo pierda
No hay nada que hacer, nunca dejaría de hacer fotos, ¡hay demasiadas vistas y matices maravillosos! Para complicar aún más las cosas, existe un sendero que, partiendo de la presa, recorre todo el lago, a veces expuesto en la orilla, a veces custodiado por enormes alerces, un paseo muy agradable de 4 kilómetros que también conduce al cercano Refugio de Prarayere. ¡Encantador!
Un poco de historia
Hasta mediados del siglo XX, esta zona era un verde valle de pastos y prados alpinos. A mediados de siglo, sin embargo, las cosas cambiaron: era la época en que se estaban construyendo varias presas para crear embalses destinados a la producción de electricidad, y en este contexto se seleccionaron también el Valpelline y el torrente Buthier. La construcción de la presa comenzó en 1961 y finalizó en 1965, con un total de 1.510.000 metros cúbicos de hormigón. Una obra monstruosa que, sin embargo, creó un lago espectacular, capaz hoy de atraer a visitantes enamorados de sus colores y paisajes.
Curiosidades
A los más curiosos, a los que no se conforman con ver las cosas desde fuera, les alegrará saber que es posible visitar la presa por dentro entre mayo y septiembre, desplazándose por los distintos niveles y observando de cerca la maquinaria útil para el funcionamiento del embalse y su seguridad. Atención: es necesario reservar contactando con la CVA - Compagnia Valdostana delle Acque.
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