La "Virgen Gorda" en el pórtico de San Luca

Qué es y dónde está

El pórtico de San Luca, que conduce al santuario de la Madonna di San Luca, es uno de esos caminos que cualquier boloñés nativo o naturalizado habrá recorrido al menos una vez, quizá tras un éxito inesperado en la vida... No es infrecuente propiciar el éxito de una empresa aparentemente ardua con un "no pasa nada, pero si pasa caminaré hasta San Luca". Protegiendo el camino hacia el santuario se encuentra la singular estatua de la "Virgen Gorda". Desde lo alto de su nicho, la Virgen contempla el tránsito del peregrino, mientras sostiene amorosamente a su hijo. En el pedestal se encuentra una inscripción, Tu nos ab hoste protege ('protégenos del enemigo'), una invocación para guiar nuestros pasos hacia la meta. Pero, ¿por qué el apelativo de "gorda", tan inusual para una figura sagrada?

Porque es especial

La respuesta es sencilla: la "Virgen Gorda" es una estatua imponente, que se alza imperiosa y compuesta sobre el pórtico, su vaporoso drapeado desciende hacia el peregrino, al igual que su mano, extendida casi en señal de bienvenida. Es imposible no percibir la dulce mirada de la Virgen a su paso. El apelativo no contiene connotaciones negativas: la exuberancia de la tradición religiosa y cultual boloñesa ha contribuido a crear la imagen de una figura protectora y amorosa. Una madre, en definitiva, como se desprende de la naturalidad con la que lleva al niño Jesús en su regazo. Y si San Lucas, para un boloñés, es sinónimo de hogar, la "Virgen Gorda" está ahí para comprobar que el camino a "casa" es seguro.