La Giubiana da Canz

Quién es la Jubana

La historia de la "Giubiana de Canz" ha sido pacientemente reconstruida por la "Cumpagnia di Nost", una asociación apasionada por las tradiciones locales. La propia Giubiana, una marioneta vestida de negro con una pata roja, se convierte en el símbolo sacrificial del final del año viejo y la renovación de la nueva estación. Sostiene el huso y la rueca en la mano, recordando a las diosas griegas Moire, símbolos del ciclo natural de la vida y la muerte.

¿Qué ocurre en Canzo? La procesión hacia el "tribunal

El acontecimiento se caracteriza por una fascinante procesión por el pueblo, durante la cual la Giubiana atraviesa las calles históricas en un carro acompañada por el Verdugo. Vestidos de blanco y negro, "bagaj e tusan" (luz y oscuridad) acompañan el recorrido, invocando fuerzas benéficas y ahuyentando lo negativo con el repique de campanas y el tintineo de latas. El contraste entre el blanco y el negro es evidente, representando el conflicto entre el bien y el mal.

Lasalida tiene lugar desde la Capilla de San Rocco, desde donde la procesión desciende hacia Villa Meda. En la puerta de Villa Meda, desde un balcón, los "Diauj dala bela vus " (los diablos de bella voz) envueltos en un manto rojo dedican una oda destartalada y provocadora a la Giubiana. La procesión llega a una pequeña plaza donde irrumpen las "Strìepicitt", pequeñas brujas vestidas de negro y rojo. Encienden una hoguera y bailan como demonios al ritmo frenético de los tambores. La procesión es un torbellino de sonidos, colores y movimientos, que crea una atmósfera de energía desenfrenada.

Los demás personajes: llega la naturaleza

Durante la procesión, la Giubiana es encarnada por un hombre enmascarado, sustituido más tarde por una marioneta hecha de trapos y paja para la quema. El acto continúa con la aparición de figuras benévolas como la Anguana (Anguila), el Selvadigh (Hombre Salvaje) y el Cervun (Ciervo ), que utilizan símbolos naturales para ahuyentar a las brujas y celebrar los ciclos de la naturaleza. A continuación bailan con los "Bianch" (niños vestidos de blanco). Reanudado el redoble de los tambores, entra corriendo el Urzu (oso ), que hace huir a los personajes benéficos e inicia una lucha con el Casciadur (cazador ), que acaba por domarlo y encerrarlo en una jaula. La acción ritual de estas dos figuras pone de relieve el choque entre lo salvaje y lo humanizado, entre la Naturaleza y la Cultura.

Juicio y sentencia

El ritual adquiere un carácter teatral durante el juicio simbólico en la plaza, donde la Jubuana es acusada de los acontecimientos negativos del año transcurrido. Los testigos relatan sus "pecados" y el abogado de las causas perdidas intenta defenderla. El Consejo de Ancianos dicta la sentencia final, condenando a la Giubiana a la hoguera.

La procesión se reanuda y , frente a la iglesia de San Francisco, las "Strìe" despiden por última vez a Giubiana, que intenta escapar, pero es perseguida y capturada por el verdugo. Es el 'Urzu' quien, en cambio, logra escapar y regresa a su ambiente, dejando al hombre con la ilusión de haberlo domado.

La hoguera: un nuevo comienzo

El muñeco se quema para alegría y regocijo de toda la comunidad: por la forma en que arde y cómo se propaga el humo, se extraen deseos de buena o mala suerte. La ceremonia termina con un banquete comunitario, en el que el vino caliente y el risotto con salchichas simbolizan el deseo de buena suerte y abundancia para el año venidero. La Giubiana, un sacrificio simbólico, se disuelve en las llamas, llevándose consigo los males del año pasado y abriendo la puerta a un nuevo comienzo.