Fortaleza de Albornoz de Orvieto

Qué es y dónde está

Losrestos de la imponente Fortaleza de Albornoz se alzan en el extremo oriental del acantilado tobáceo, accesible desde la plaza Cahen y adosada a la Porta Rocca o puerta Soliana. Hoy en día sólo se conservan parte de los muros perimetrales, la torre y el camino de ronda, pero debemos imaginarlo como un macizo edificio cuadrangular con torres defensivas a ambos lados y protegido por un foso con dos puentes levadizos: un auténtico gigante que controlaba el valle del río Paglia.

Por qué es especial

El nombre de Fortezza di Albornoz (Fortaleza de Albornoz) probablemente no le resulte del todo desconocido: hay varias de ellas repartidas por Umbría, Las Marcas, Romaña y Lacio, algunas bien conservadas, otras, como la de Orvieto, hoy en desuso y transformadas para formar parte de la vida de la ciudad que las alberga. Era una especie de cordón de defensa y guarnición de los territorios anexionados al Estado Pontificio. Hoy, aquí, en la fortaleza de Orvieto, se percibe esa fortaleza desde la poderosa estructura de los muros perimetrales y, una vez que se sube a lo alto de ellos, la mirada se pierde en el horizonte, como la de los centinelas papales apostados aquí hace siglos.

Para no perderse

El eco de este turbulento pasado queda hoy silenciado por el verdor del Parque del Jardín Público de Orvieto, creado dentro de los restos de la estructura. La feliz combinación de historia y naturaleza crea un lugar donde el tiempo está como suspendido, y al visitante no le queda más que relajarse a la sombra de los árboles y disfrutar de la maravillosa vista del ilimitado panorama del valle que se extiende más abajo.

Un poco de historia

Fue construido en el siglo XIV por encargo del cardenal Egidio Albornoz, legado del papa Inocencio VI. Las obras comenzaron oficialmente el 25 de septiembre de 1364, bajo la dirección del conde Ugolino di Montemarte, en aquella época arquitecto militar. Fue destruida casi por completo en 1390 y reconstruida en el antiguo perímetro por Antonio da Carpi y en 1527 por orden del papa Clemente VII. Las últimas intervenciones se realizaron en época moderna a partir de 1888, con el relleno del foso para la construcción del Funicular y la construcción de un Anfiteatro para espectáculos diurnos.

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