SHARRYLAND
Iglesia de Santa Maria presso San Satiro
A veces no debes creer a tus propios ojos
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Me gusta sorprender a mis invitados y llevarles a visitar esta obra maestra del Renacimiento milanés: la iglesia de Santa Maria presso San Satiro, diseñada por Donato Bramante, cuya arquitectura deja a uno atónito. Algunos visitantes apresurados se detienen en el umbral de la iglesia y se alejan sin darse cuenta de que más allá de las tres naves, el altar y el coro, hay mucho más. De hecho, me corrijo: ¡hay mucho menos! Sí, ese ábside ricamente decorado, en perfecto equilibrio con las dimensiones de las naves laterales y los transeptos, no existe. ¿No se lo cree? Pruebe entonces a acercarse, se sorprenderá.
Por qué es especial
Lo que ve no es más que un engaño logrado mediante una ilusión de perspectiva que simula un ábside, que en realidad no existe. Es una solución ingeniosa a un problema arquitectónico aparentemente irresoluble. De hecho, en el diseño original de la iglesia, el presbiterio y el ábside debían medir 9,7 metros, al igual que los transeptos, pero no se obtuvo permiso para construir este espacio. El problema fue resuelto por Donato Bramante, quien, mediante la creación de algunos elementos en relieve y decoraciones pictóricas que seguían las reglas de la perspectiva, condensó esos 9,7 metros en sólo 97 centímetros.
Para no perderse
En la iglesia también se pueden admirar otras obras maestras: la espléndida Sacristía de Bramante, con su planta octogonal y su cúpula segmentada; pero también la "Lamentación sobre Cristo muerto" de Agostino de' Fondutis, una composición en terracota situada en el interior del Sacello di San Satiro, el edificio más antiguo de todo el complejo. También es muy interesante descubrir la historia de la "Virgen con el Niño", colocada en el altar mayor: se cree que es milagrosa.
Un poco de historia
El Sacello di San Satiro se remonta al siglo IX. La construcción de la iglesia está profundamente ligada a este primer edificio: en el exterior de la pequeña iglesia, de hecho, había un icono de la Virgen que un día resultó milagroso. Dos siglos después del prodigio, en la segunda mitad del siglo XV, se decidió construir una iglesia para albergar la sagrada imagen. La obra se encargó a Bramante en 1480 y poco después comenzó la decoración del interior. La fachada encargada a Giovanni Antonio Amadeo, sin embargo, nunca se terminó.
Curiosidades
La mayoría de los santos pueden presumir de tener varias iglesias y capillas dedicadas a ellos. San Satiro no. Los devotos del santo deben acudir obligatoriamente a la iglesia de Santa María de San Satiro, en Milán, ya que es la única parroquia de Italia dedicada a él.
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