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El campo de regadío del interior de Milán y su historia
Una breve mirada a la recuperación de la campiña milanesa
¿Dónde está?
El campo de San Giuliano Milanese y su historia
En el interior de Milán, en un vestigio de campo irrigado, se alza la abadía de Viboldone, del siglo XIV. Los terrenos que la rodean pertenecieron en su día a la abadía. Hoy, sin embargo, son un ejemplo de cómo se trabajaban antaño estas tierras.
La técnica especial de los Umiliati
Las tierras bajas milanesas siempre han sido zonas húmedas, llenas de canales y resurgimientos. Fueron los monjes quienes las recuperaron, canalizando las aguas, construyendo esclusas, pozos de registro y desagües. Los Umiliati di Viboldone fueron los primeros en utilizar el sistema de la marcita: regaban los prados con el agua de las resurgencias, que, al estar siempre a la misma temperatura, les permitía hacer varias cosechas de hierba al año, incluso en invierno. El terreno, ligeramente inclinado, permitía que el agua fluyera sin congelarse.
Esta técnica particular permitía alimentar al ganado con hierba fresca incluso en invierno. El resultado era que, incluso en la estación fría, los rebaños de estas tierras producían una leche abundante y muy apreciada, que impulsó una floreciente producción quesera por la que Lombardía era famosa en toda Europa.