La basílica de San Luca y el pórtico más largo del mundo

Para no perderse

Cada año, el sábado anterior al quinto domingo después de Pascua, el icono de la Virgen María, que se conserva en la basílica, es llevado en solemne procesión por las calles del centro de la ciudad hasta la catedral. El miércoles anterior al día de la Ascensión, la imagen se lleva a la basílica de San Petronio, desde cuyo parvis se imparte una bendición solemne a la ciudad desde 1588. El icono permanece en el valle durante una semana, tras la cual, el domingo siguiente al jueves de la Ascensión, regresa a la basílica, siguiendo el mismo recorrido. Una fiesta para toda la ciudad.

Un poco de historia

La historia de la Basílica se pierde en leyendas y documentos casi oficiales. Parece ser que en la ermita, ya presente en el Colle della Guardia, se refugió un ermitaño de Constantinopla con una tabla de madera con una efigie de la Virgen, pintada por San Lucas. Más tarde, la ermita y la efigie pasaron a ser propiedad de dos hermanas que ampliaron la estructura y, junto con otras mujeres boloñesas, ocuparon el que se convertiría en uno de los monasterios más importantes de la ciudad. En 1700 la estructura fue renovada en estilo barroco con la imponente fachada que aún hoy podemos admirar en todo su esplendor.

Curiosidad

Desde 2003, un sábado de mediados de octubre, estudiantes, asociaciones y ciudadanos de Bolonia se unen en un gesto simbólico llamado "Passamano per San Luca" (Pasamanos por San Luc a), para recordar la solidaridad que nos permite afrontar juntos los problemas comunes. Este acto recuerda la construcción de la parte de la columnata situada en la ladera de la colina, que comenzó el 17 de octubre de 1767, con la colaboración de los obreros, trabajadores de la ciudad, que se unieron en un gigantesco 'passamano' (pasamanos) que permitió que los materiales llegaran a la obra subiendo por la colina de forma rápida y eficaz.