SHARRYLAND
La abadía de Follina, un tesoro de arte y fe
Belleza y paz que sólo la música puede describir
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
El pintoresco valle de Valmareno está atravesado por el río Soligo, que desciende del lago Revine, fluyendo entre los Prealpes Bellunos y las colinas del Alto Trevigiano: en su desembocadura se fundó en el siglo XII un asentamiento benedictino alrededor del cual se desarrolló la ciudad de Follina. El complejo abacial incluye la basílica de Santa María, de estilo gótico, con su campanario cuadrado, todavía románico, y el claustro adyacente marcado por elegantes columnas acopladas.
Por qué es especial
Laabadía de Follina es un lugar excepcionalmente evocador por el entorno, el perfecto estado de conservación de los edificios y la riqueza de sus decoraciones. Destino de peregrinación, durante siglos en el centro de la historia de su territorio, hoy es oficiada por una pequeña comunidad de la orden de los Siervos de María, pero también es un lugar abierto al mundo, como es el caso del ya tradicional concierto que cada verano ofrece el violinista Uto Ughi.
Para no perderse
En la penumbra de la basílica, el altar mayor presenta un espectacular marco gótico de madera, en cuyo centro se encuentra una escultura muy antigua, la Virgen del Sagrado Cáliz, que siempre ha sido objeto de veneración y peregrinación. La Virgen está entronizada y de rodillas sostiene al Niño que, de pie, bendice con la mano derecha y con la otra bebe de un cáliz: un tema insólito, que recuerda la leyenda del Grial y añade encanto al lugar.
Un poco de historia
En la Edad Media, los monjes benedictinos asumieron la difícil misión de redimir las tierras más reacias a la agricultura desarrollando una verdadera vocación por los sistemas hidráulicos: a veces se trataba de recuperar zonas pantanosas, introduciendo cultivos como el arroz que requieren un hábil control del agua; otras veces se trataba de regular los ríos para explotar la energía hidráulica con fines productivos, muy a menudo textiles, como en el caso de Follina.
Curiosidades
A veces el nombre de una localidad anticipa algo de su historia y vocación económica. En el caso de Follina, se hace referencia a un tratamiento particular de la lana, el batanado, es decir, el afieltrado mediante batido mecánico para que el tejido quede compacto y, por tanto, más caliente. Y para mover los martillos que batían la tela en la Edad Media se necesitaban máquinas movidas por energía hidráulica: en el caso de Follina, por las aguas del Soligo.
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