En bicicleta con la familia en el Triángulo de Larian

Una ruta con mil caras

Una ruta en bucle de 16 km con salida y regreso a Canzo, un pueblo con una historia que se remonta a la Edad de Bronce, surcado por pintorescos paseos. También fue elegido por Manzoni como un buen retiro. Se trata de una ruta que se puede hacer en un día con la posibilidad de alternar experiencias de vida rural en contacto con la naturaleza y antiguos oficios y rituales larianos. Visitaremos una quesería y descubriremos el arte de los queseros; haremos un picnic en la dehesa en compañía de morenas alpinas; descubriremos el mundo de las tradiciones herbolarias y nos aventuraremos a lo largo del río Lambro para conocer a los molineros y su trabajo. Avanzaremos un momento con los caballos y luego descubriremos el cielo y sus no-límites. Visitaremos iglesias medievales y románicas, asentamientos rurales y antiguas aldeas. La naturaleza será la protagonista con castañares milenarios y las creaciones de dos artesanos excepcionales: la lluvia y el viento. Todo ello nos llevará a lo largo del Lambro en un viaje desde los tiempos de la agricultura hasta la revolución industrial.

En nuestra ruta, la altitud mínima que recorremos es de 350 m y la máxima de 650 m sobre el nivel del mar. Esta ruta es, por tanto, de dificultad moderada y debido a algunos tramos pedregosos es aconsejable para ciclistas mayores de 14 años. En total tenemos un desnivel positivo de unos 430 m, para que te hagas una idea, es más o menos como recorrer los pisos del Empire State Building.