El Palio de los Condes de Oliva

Un día en la Edad Media

Algunas recreaciones medievales son más famosas que otras, pero lo cierto es que todas son tremendamente fascinantes. Los colores, los sonidos y los olores son los de otras épocas. En Piandimeleto encontramos el Palio dei Conti Oliva, en la estela de las fiestas que organizaban a su regreso de las campañas militares. Los Oliva fueron nombrados condes en 1233 por el emperador Federico II. A lo largo de los años fueron ampliando sus dominios, hasta que llegaron a Piandimeleto en 1375. Fueron hombres de armas y ocuparon diversos cargos para el Podestà de Florencia y la República de Siena.

El conde y la condesa Oliva

Fueron precisamente las numerosas batallas libradas las que concluyeron en julio con el gran regreso a casa, acontecimiento que inspiró el Palio actual, que se celebra en Piandimeleto desde hace treinta años. Este festival está diseñado para ser sumamente atractivo. Si viene, no será un observador, sino que tendrá la oportunidad de sumergirse en el ambiente medieval de la fiesta, comiendo en las posadas de los barrios, interactuando con los diversos personajes del mercado y la aldea, no sólo mercaderes y acróbatas, sino también guardias, magos, leprosos y curadores del tiempo, peregrinos y flagelantes. Incluso podrá cambiar su dinero por baiocchi, la moneda de la época. En resumen, ¡una inmersión total!

El acto principal de las celebraciones de la época era una competición de tiro con arco para decidir quién era el mejor arquero del pueblo, quién se hacía con el Palio y lo conservaba durante un año, hasta la siguiente fiesta, cuando lo devolvía a los Condes. ¿Y cómo funciona hoy? Exactamente así: ¡la correspondencia entre la fiesta actual y la original es realmente asombrosa!

El castillo en llamas

La tradición evoluciona

Hay un elemento en particular que no formaba parte de la fiesta en la época de los Condes Oliva, pero que hoy es un acontecimiento absolutamente ineludible: la quema del castillo. Se trata de un espectáculo piromusical que enciende el castillo con luces y colores al ritmo de la música. Puede que no sea muy medieval, pero añade un toque mágico a la fiesta.

Por último, otro elemento imprescindible en toda buena recreación medieval es el grupo de tamborileros, que marcan el ritmo del evento con el sonido enérgico y chispeante de sus tambores. Piandimeleto tiene su propio grupo de tamborileros, numeroso y hábil, pero sólo lo tocan mujeres, lo que permite a este pueblo presumir de tener el único grupo exclusivamente femenino de Italia, el Tamburine.

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