El laberinto del castillo de Donnafugata

Qué es y dónde está

¡Maldita sea, ya hemos estado aquí antes! No parecía tan duro desde fuera. Quiero llegar antes que los demás al final, ¡sigue siendo una carrera! Estamos en un lugar fascinante y evocador: el laberinto de piedra del parque de una residencia noble, el castillo de Donnafugata. El palacio es espléndido, lleno de salas, decoraciones y mobiliario de gran valor artístico, y después de admirar sus maravillas con la boca abierta, pasamos a su parque y, sobre todo, ¡a su laberinto! ¡Aquí, nos lo pasamos como nunca persiguiéndonos y buscando la salida en este laberinto de muros de piedra, pasadizos, giros y callejones sin salida! Hoy, como en siglos pasados, perderse en el laberinto representa un momento de evasión, un paréntesis en el que divertirse al aire libre y, por qué no, buscar un poco de paz y autodescubrimiento. Lo cierto es que las paredes ponen a prueba nuestro sentido de la orientación y llegar al centro de la estructura no es un reto fácil... Eso es lo que quería decirnos el soldado de piedra que custodia la entrada.

Por qué es especial

Los laberintos más clásicos están hechos de boj, una planta perenne fácil de cuidar y moldear en la forma deseada. Aquí, en el parque del castillo de Donnafugata, sin embargo, el laberinto está hecho de muros bajos. Hay dos corrientes de pensamiento al respecto: los que quieren que se realice con la técnica del muro de piedra seca, y los que sostienen que el uso de mortero, aunque sea mínimo, no permite reconocer este laberinto como una construcción tradicional y característica de piedra seca. Otra peculiaridad de este laberinto es su forma: en lugar de cuadrada o circular, nos encontramos deambulando por el interior de un trapecio, casi con toda seguridad inspirado en el laberinto de Hampton Court, cerca de Londres. Un lugar verdaderamente atípico, hecho para asombrar incluso a los más experimentados.