La hoguera de San Antonio

Preparativos y oraciones

Si llega un poco antes, podrá participar en las fases previas del acontecimiento, cuando la pira, hábilmente construida, aún se eleva sobre la plaza. Poco a poco, las personas que se han congregado aquí se acercan a ella para depositar en su interior papelitos: mensajes con buenas intenciones, deseos o peticiones de intercesión para San Antonio. Pero cuidado: para que se hagan realidad, ¡los pensamientos deben permanecer en secreto! También se invoca al santo para encontrar objetos perdidos y, sobre todo, para encontrar el amor a través de una breve invocación: "Sant'Antoni dalla barba bianca famm' truà che'l che ma manca...".

La pira 'rellena' de resoluciones y peticiones para San Antonio

El fuego

El encendido de la pira da vida al gran fuego purificador que barre incertidumbres y dolores, recoge esperanzas y deseos y los lleva al santo para que los cumpla. Tal vez sea ésta la expresión más directa de la función purificadora, fecundadora y portadora de prosperidad que constituye la piedra angular de este antiguo y evocador rito que sigue repitiéndose a lo largo de los años sin perder su encanto. Y mientras tanto, la cálida luz del fuego, con su poder hechizante, envuelve a los espectadores en un amplio abrazo, convirtiéndolos en protagonistas de una escenografía espectacular.

Bendición de los animales

Orígenes

La tradición tiene su origen en los antiguos cultos celtas, en los que el fuego y las hogueras iluminaban el campo para celebrar la victoria de la luz sobre las tinieblas y desear cosechas fructíferas y abundantes. Según la leyenda, San Antonio, ermitaño y fundador del monacato cristiano, descendió a los infiernos para robar fuego, que luego regaló a los hombres prendiendo fuego a una pira. En siglos pasados, la tarde del 16 de enero, el repique de campanas recordaba a la ciudad el reparto de pan a los pobres, regalo de una familia adinerada.

San Antonio y los animales

San Antonio Abad, sin embargo, también está asociado a los animales, como atestigua su iconografía clásica que a menudo lo ve acompañado de un cochinillo, y éste es un aspecto que no se deja de lado en la fiesta de Varese. En la mañana del 17 de enero, una vez retirados los restos de la hoguera, es el turno de los animales, que son llevados para recibir una bendición dedicada a ellos. Cuenta la leyenda que esta misma noche dedicada a San Antonio, los animales adquieren habilidades extraordinarias: ¡incluso consiguen hablar! Los más curiosos o escépticos deben abstenerse de acercarse a hurtadillas a un establo para comprobar si este rumor es cierto o no: la propia leyenda afirma que esta acción es fuente de desgracias, podría volverse loco de miedo, o algo peor. En caso de duda, mejor festejar junto a la hoguera.

Tradicional tirada de globos de San Antonio

Fiesta infantil

Por supuesto, donde hay animales, también hay niños curiosos por verlos, por lo que la mañana también depara momentos especiales para ellos. El más impresionante es sin duda el lanzamiento de globos, cuando una pequeña bandada de globos de colores se eleva desde la plaza y es arrastrada por el viento. Pero tampoco se olvida a los padres, con ricos puestos y puestos de comida donde la estrella, no hace falta decirlo, es el cochinillo.