El castillo de Malpaga, buen ritiro de Bartolomeo Colleoni

No se pierda: las salas renacentistas

Las salas de la planta baja son las mejor conservadas y las más fascinantes, con frescos renacentistas encargados por los herederos del condottiere y atribuidos a Romanino. Espléndida es la Sala de los Banquetes, en la que se representa en vivos colores la visita de Cristián I al castillo, con escenas de caza, torneos y banquetes. Antes de irte, no olvides levantar la vista hacia el maravilloso artesonado de madera pintada. Tampoco hay que perderse, a pesar de sus colores algo desvaídos, el fresco del patio situado en la pared opuesta a la entrada: representa la batalla de Riccardina, una de las hazañas de Colleoni.

Un poco de historia

Elcastillo original data del siglo XIV y de él se conserva la torre; los Colleoni (1395-1475) lo compraron en 1456 y, dos años más tarde, se instalaron en él con su mujer y sus hijas. Fue visitada por el rey de Dinamarca en 1474. Los frescos de Romanino fueron pintados entre 1520 y 1530.

Una curiosidad... ¿un poco atrevida?

El castillo está decorado por todas partes con el escudo de armas de los Colleoni, tallado, pintado, grafiteado. Y sí, es exactamente lo que parece: tres pares de testículos. La tradición afirma que alude a una "anomalía" del condottiero, en realidad es sólo una traducción en imagen del apellido; a lo sumo, si fue una anomalía, fue la de su antepasado, el primero en llevar ese apellido. Parece, sin embargo, que el condottiero estaba muy orgulloso de él y lo llevaba con orgullo; ciertamente aún hoy, con una expresión un tanto políticamente incorrecta, se dice de un hombre fuerte que es un hombre "con atributos".