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¿Dónde está?
Qué es y dónde está
El núcleo de Pertosa, rodeado por los verdes montes Alburni e inmerso en vastas colinas caracterizadas por históricos olivares, está situado en la margen derecha del río Tanagro. El nombre de la localidad deriva del topónimo "pertusium", que significa abertura estrecha, pertugio, y hace referencia, en realidad, a la estrecha entrada a las Grotte dell'Angelo (Grutas del Ángel), situadas justo al lado del municipio. Su centro histórico es un pequeño laberinto de callejuelas y pasajes, todo ello aderezado por los vivos colores elegidos para las fachadas de los edificios, en consonancia con el verde brillante de la vegetación circundante. Una verdadera joya.
Por qué es especial
La exuberante naturaleza de Pertosa se nutre de la presencia de agua, extremadamente preciada para estas zonas, donde además ha estimulado el desarrollo de una intensa actividad productiva. De hecho, la zona está atravesada por el río Tanagro y goza de una flora y una fauna extremadamente variadas. El entorno natural, a su vez, sirve de telón de fondo a espléndidos parajes, como la cascada de Maremanico y el desfiladero de Campostrino, así como a varias rutas de senderismo, entre ellas el "Cammino dell'Alleanza", de Pertosa a Petina pasando por Auletta, y el sendero que sigue la Alta Via del Monte Cervati.
No se lo pierda
En las entrañas de los Montes Alburni: es aquí donde las Grotte dell'Angelo (Grutas del Ángel ) se desentrañan a lo largo de unos 2.500 metros y no se puede abandonar Pertosa sin visitarlas. Es el río Negro el que nos acompaña hasta las grutas. Lo seguimos durante unos 200 metros y se abre ante nuestros asombrados ojos un espectáculo sobrecogedor: inmensas grutas, túneles, estalagmitas y estalactitas gigantescas, donde el río fluye imperturbable.
Un poco de historia
Las Cuevas de Pertosa-Auletta, también conocidas como las Grotte dell'Angelo (Cuevas del Ángel), no sólo dieron nombre a la ciudad de Pertosa, sino también, en cierto sentido, a su cuna: los primeros asentamientos humanos de la zona (que se remontan al II milenio a.C.) se produjeron en las cavidades subterráneas, de las que fueron saliendo poco a poco para asentarse en los alrededores. El territorio, sin embargo, era insalubre y no fue hasta la llegada de los monjes benedictinos en el siglo XI cuando se recuperó la tierra y se inició el cultivo del olivo. Pertosa siguió siendo un centro poco poblado durante mucho tiempo, a menudo bajo el dominio de Caggiano, del que no se emancipó definitivamente hasta 1829.
Curiosidad
Volviendo a la superficie, otra característica fundamental de Pertosa es su gastronomía. Este lugar, de hecho, es especialmente conocido por ser el hogar de la alcachofa blanca, una especie que crece en esta zona restringida que también incluye Caggiano y Auletta. En los años 80, la alcachofa blanca estuvo en peligro de extinción, pero su cultivo se ha reanudado y actualmente se cultivan unas 15 hectáreas. Las cabezas más grandes se consumen frescas y cocinadas de diversas formas, mientras que las más pequeñas se conservan en aceite o se elaboran en cremas y patés.
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