El pueblo de Corciano

Qué es y dónde está

A trece kilómetros de Perugia, en lo alto de una colina que hace de bisagra entre la zona del Trasimeno y el valle del Tíber, se alza el que ha sido calificado como uno de los pueblos más bellos de Italia. En efecto, no se puede negar su belleza única como ciudad medieval dormida en el tiempo. Cualquiera que tenga la suerte de perderse por las antiguas callejuelas empedradas que serpentean entre las fachadas de bloques de piedra caliza y travertino, en un alboroto de balcones llenos de flores y vistas encantadoras, no podrá evitar disfrutar de la pureza de un lugar que ha permanecido intacto e idéntico a sí mismo a lo largo de los siglos.

Por qué es especial

Pasear por las empinadas y estrechas callejuelas de un pueblo medieval perfectamente conservado será una experiencia única. Con el telón de fondo de un triple recinto amurallado (siglos XIII-XIV), aún perfectamente conservado y transitable a lo largo de más de un kilómetro en todo su perímetro, su mirada se posará en unas vistas encantadoras. Tanto en el exterior de las murallas, con el espectacular paisaje del Monte Malbe, como en el interior, con las casitas y edificios medievales construidos con bloques de piedra caliza y travertino finamente trabajados.