Los secretos que esconde el Oratorio de San José

Para no perderse

Llegados a este punto, un consejo: si dispone de ellos, llévese unos prismáticos. Con esta estratagema podrá desenterrar los numerosos mensajes ocultos en el entramado de flora y fauna. Así vislumbrará sin esfuerzo la guirnalda de álamos blancos, una referencia a los patronos, las hermosas flores, especialmente los lirios, símbolo de la pureza de San José, y la fruta, un recordatorio de la abundancia, pero no de la abundancia material. Quizá sea un símbolo más difícil de comprender, pero en la bóveda viene en nuestra ayuda una cartela que reza: "Fructus iust lignum vitae", o "El fruto del justo es un árbol de vida". Es un homenaje al papel paternal que desempeñó José en la vida de Jesús.

Un poco de historia

Sede de la Congregación del mismo nombre, el Oratorio de San José fue terminado en 1515 y renovado posteriormente, hasta el punto de que hubo que cambiar la disposición del altar debido a la humedad. Un recuerdo perpetuo de la historia y de nuestros orígenes resuena en las diversas citas latinas colocadas en las cartelas.

Curiosidades

No sólo frescos: en el Oratorio de San José también hay capillas laterales vinculadas al simbolismo de la naturaleza. En la Capilla de las Bodas, por ejemplo, se pueden encontrar lirios y rosas en los estucos de Rondelli, tanto en el falso baldaquino como en las manos de los ángeles que adornan la bóveda. Uno de ellos sostiene incluso un báculo florecido, recuerdo del episodio de los evangelios apócrifos según el cual, entre los pretendientes de María, el elegido sería aquel cuyo báculo seco hubiera florecido. Otra maravillosa capilla es el Nacimiento a tamaño natural realizado por Francesco Bandani, que no se limitó a esculpir las estatuas, sino que, interviniendo en las paredes, reprodujo una auténtica gruta.