SHARRYLAND
Ermita de Santa Caterina del Sasso
La armonía de una danza suspendida entre las rocas y el lago
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Encaramada en una escarpada pared rocosa sobre el lago Mayor se encuentra la ermita de Santa Caterina del Sasso, una espléndida iglesia cuya historia se remonta al siglo XII. 268 escalones separan la plaza de Quiquio di Leggiuno del pórtico renacentista, con vistas al golfo Borromeo, Stresa y las islas, que conduce a la entrada. Destino de fieles y peregrinos, la Ermita representa la fusión de tres capillas construidas en distintas épocas, en las que conviven diferentes ciclos pictóricos y evocadoras vidrieras.
Por qué es especial
Lo que hace especial al Hermitage es la sorprendente combinación de arquitectura y paisaje. El paseo por el pórtico, cuyos arcos enmarcan el magnífico panorama del lago, prepara al visitante para admirar la belleza de la iglesia, iluminada por la luz exterior con efectos siempre cambiantes y especiales gracias a las vidrieras de colores. Santa Caterina al Sasso es un verdadero oasis de asombro y serenidad, una joya que no debe pasarse por alto.
Para no perderse
Al final de la nave de la iglesia se encuentra la parte más antigua del edificio, el santuario de Santa Caterina. Corazón del santuario, data de 1195, fue construido con las mismas dimensiones que la tumba de Santa Catalina en el Sinaí y enriquecido, con el paso del tiempo, con frescos que narran episodios de la vida de la Santa.Desde 1535, el santuario alberga las reliquias del beato Alberto Besozzi, primer patrono de la iglesia.
Un poco de historia
Se cuenta que el rico comerciante Alberto Besozzi, que se encontraba en medio de un naufragio, hizo voto de penitencia a Santa Catalina de Egipto por si lograba salvarse. Besozzi sobrevivió aferrándose a una roca y, en ese mismo tramo de costa, se retiró a vivir como ermitaño e hizo construir una capilla dedicada a la santa. A ésta se unieron en el siglo XIV las iglesias de San Nicola y Santa Maria Nova. Varias órdenes religiosas han gestionado la ermita a lo largo de los siglos. Hoy en día está gestionada por la Fraternidad Franciscana de Betania.
Curiosidad
El nombre completo del lugar es Santa Caterina al Sasso di Ballaro. Debe este nombre a un particular suceso ocurrido a principios del siglo XVIII, cuando cinco rocas "bailarinas " se precipitaron sobre la iglesia, quedando atascadas en la bóveda de una capilla y permaneciendo allí suspendidas durante casi doscientos años.
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