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Reverberaciones divinas en el Teatro Sanzio
Esfinges de piedra, interiores carmesíes y relieves ornamentales: emociones pasadas y presentes
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
El Teatro Raffaello Sanzio, con tres pisos de palcos y una galería, con capacidad para 460 espectadores, es un edificio neoclásico de ladrillo rojo con una fachada salpicada por seis semicolumnas de ladrillo y adornada con dos esfinges de piedra. Da al Corso Garibaldi, al final del pórtico que lo conecta con la Piazza della Repubblica. Su emplazamiento sobre la torre del Mercatale, del siglo XV, es singular: esta ubicación, deseada con el consentimiento de todos desde su primer diseño, supuso el cierre de la Rampa de Francesco di Giorgio Martini, alterando significativamente con su bulto la vista de los Torricini. El objetivo era que el recinto estuviera en el centro de la ciudad.
Por qué es especial
Antes de que se construyera el Teatro Sanzio, la nobleza y la burguesía encontraban entretenimiento y espectáculo en el pequeño Teatro de la Accademia dei Nobili Pascolini, construido en 1637 en la planta baja del antiguo Palacio Ducal, a lo largo del lado derecho del patio de honor; estuvo activo hasta 1879 y fue demolido en 1881. Fue el primer teatro estable de Urbino, estrecho e incómodo, con sólo 240 localidades incluso después de la ampliación de 1723. Por tanto, el nuevo Teatro Sanzio es la expresión del deseo colectivo de cultura y de la necesidad de entretenimiento, concebido sobre todo para acoger la ópera en música, que en el siglo XIX requería más espacio debido al cambio de las necesidades técnicas y logísticas.
Para no perderse
El teatro es también un lugar y un monumento de arte: las decoraciones interiores cubren casi todas las superficies, creando una cálida síntesis cromática general, que en el Teatro Sanzio varía del carmesí de las butacas, el telón y los palcos, al rosa de los antepechos de los palcos, pasando por el dorado de los relieves ornamentales, sugiriendo una atmósfera de tiempos pasados. En el atrio moderno hay bustos de dos grandes del Renacimiento de Urbino: Rafael, de Carlo Finelli (1853), y Bramante, de Giambattista Pericoli. En el vestíbulo, Las Musas, pintadas en la bóveda, son obra de Raffaello Antonioli, un joven pintor de Gubbio; más adelante están las cuatro pilastras del proscenio, de estilo Art Nouveau, ejecutadas por Diomede Catalucci.
Un poco de historia
El edificio fue una importante intervención urbana en el siglo XIX. Fue diseñado por el pragmático Vincenzo Ghinelli, que construyó el teatro de 1847 a 1853, y diseñó también el pórtico, la exedra delante del teatro, para permitir maniobrar a los carruajes, y el ajardinamiento del terraplén del pincio. El teatro se inauguró el 20 de agosto de 1853 con Rigoletto e Il trovatore y dos ballets. La actividad teatral se interrumpió tras la Segunda Guerra Mundial y se apagó durante 34 años, hasta el 15 de noviembre de 1982, cuando se reabrió tras la restauración de Giancarlo De Carlo.
Curiosidades
Grandes artistas y cantantes pisaron con frecuencia las tablas del Sanzio. Los aristócratas de Urbino, que ya habían formado la Società del Teatro en 1845, querían la ópera en música a toda costa y se comprometían personalmente y a veces se endeudaban para contar con la vedette más famosa de la época. Pietro Mascagni dirigió la orquesta en 1899, la debutante Renata Tebaldi cantó un aria de Catalani en 1943. Un descubrimiento reciente fue la presencia, del 2 al 16 de julio de 1876, de
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