De Nazzano a Roma, donde empezó todo

Cabaña de observación de aves en la Reserva del Tevere-Farfa

El desfiladero de Farfa, verdadero paraíso para los senderistas y los amantes de la naturaleza, también pertenece a la reserva natural. La vegetación exuberante y el agua cristalina y helada son los protagonistas de una naturaleza única y virgen. El incesante fluir del agua ha formado cañones y recodos a lo largo de los siglos , rodeados de hermosos y fragantes bosques de encinas, carpes y robles turcos.

Un río, un imperio

El viaje continúa y, siempre siguiendo el curso del Tíber, a partir de Nazzano el paisaje empieza a cambiar gradualmente, dando paso a la vida más activa de la capital, Roma. La llegada a la Ciudad Eterna nos espera desde un punto de vista diferente, surcando las aguas del "río Rubio", ese río que contribuyó al nacimiento de la civilización romana y, por tanto, al desarrollo de uno de los mayores imperios de la historia del mundo.

Según la leyenda, la historia de Roma comienza aquí, cuando la cesta que contenía a los recién nacidos Rómulo y Remo yacía a orillas del Tíber. El río los protege hasta la llegada de la Loba, hoy símbolo de Roma, que los rescata y cuida, salvándolos de la muerte.

El río que dio origen a un imperio

El Tíber fluye cerca de muchos de los lugares emblemáticos de la ciudad, como la Piazza Navona, el Panteón, el Vaticano, el Castel Sant'Angelo, la Piazza del Popolo, el Circo Máximo, el Coliseo y la Via dei Fori Imperiali. Nuestro viaje termina en el emblemático Castel Sant'Ang elo y su majestuoso puente es nuestra gloriosa línea de meta.