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Colli al Metauro: entre peras celestiales y licores antiguos
Los preciosos dones de los perales y olivos de las Marcas
¿Dónde está?
Cuando quiera refrescarse de las largas caminatas, en Colli al Metauro podrá saborear tranquilamente un característico surtido de productos de la tierra, fruto de un cultivo cuidadosamente controlado.
El fruto de los ángeles
No es fácil enumerar todos los excelentes productos que ofrece la zona, pero la Pera Angélica de Serrungarina, reconocida como producto tradicional de Las Marcas, merece sin duda una mención especial. Es una fruta que merece plenamente su nombre. De hecho, el zumo dulce y sabroso que brota de la suave pulpa blanca, oculta bajo la piel que recuerda los colores del cielo al atardecer, con el dorado desvaneciéndose en el rojo más brillante, no parece pertenecer a este mundo. Es una variedad característica de esta zona, fuertemente ligada a su territorio y a sus tradiciones. Por eso los agricultores la cultivan con sumo cuidado, dando vida a huertos embriagadores por sus aromas y relajantes por su sucesión siguiendo el curso ondulante de las colinas de Las Marcas.
La pera en la cocina
Si la fruta en sí es celestial, no hay que perder de vista los productos que se obtienen al procesarla en la cocina. La pera es una de esas frutas que se prestan a enriquecer todos los platos de la comida, desde el entrante hasta el digestivo. La pera Serrungarina Angelica es especialmente adecuada para elaborar raviolis, grappa y postres, sobre todo en forma de mermelada. Una bonita tarta con la Pera Angelica no se olvida fácilmente. La tradición culinaria vinculada a esta fruta se celebra en toda su riqueza en septiembre, durante la Fiesta de la Pera Angelica. ¿Dónde? En Serrungarina, por supuesto.
Un licor digno de los santos del Paraíso
Pero el peral no es el único árbol generoso que habita estas tierras. El olivo también tiene mucho que ofrecer. Por supuesto, uno piensa inmediatamente en el aceite, pero también hay algo más que merece la pena degustar: el Licor d'Ulivi. Se trata de un licor elaborado a partir de la infusión de hojas y corteza de olivo en alcohol, con adición de azúcar y sólo aromas naturales, mediante un proceso tradicional que dura varios meses y da como resultado un licor de sabor balsámico dulce que se puede disfrutar al natural, frío o calentado. Y al igual que la pera es angelical, este licor es celestial, o al menos eso parecía pensar Dante cuando lo menciona en la Divina Comedia durante el viaje al Paraíso, a través de las palabras de San Pier Damiani. Definitivamente, debería probar al menos un sorbo antes de volver a casa.
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