SHARRYLAND
Central de Montemartini
Entre poderosos torbellinos, la blancura de mármoles antiguos
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
El Centrale Montemartini es, hay que decirlo, uno de los museos más infravalorados de Roma. No todo el mundo lo conoce, pero cuando por fin lo descubres, el efecto sorpresa está asegurado. Te encuentras en el interior de una gran central termoeléctrica construida a principios del siglo XX para producir energía para toda la capital. Colosal y futurista para la época, está situada en la Via Ostiense, en el centro de un cuadrante rico en arqueología industrial dominado por el gazómetro, símbolo del barrio, y a dos pasos del río Tíber.
Por qué es especial
La Centrale, en toda su deslumbrante belleza art déco, alberga esculturas y objetos de los Museos Capitolinos. Sobre el telón de fondo de calderas oscuras y turbinas ciclópeas se alzan los mármoles blancos de la arqueología romana procedentes de excavaciones por toda la ciudad. El efecto es alienante y sublime. Primero llama la atención el contraste y luego el diálogo entre obras humanas de distintas épocas y funciones, unidas por un sentido de grandeza que refleja también el papel de Roma en el tiempo. Todo ello acompañado de grandes alturas, iluminación evocadora e interesantes carteles explicativos.
Imperdibles
Son muchas las obras que no hay que perderse: la Venus de mármol blanco del siglo I a.C. con el telón de fondo de un gran condensador de la empresa Tosi. La estatua de basanita de Agripina, la encantadora estatua de una doncella sentada, el retrato de Cleopatra, la estatua de Marsias, los mosaicos de caza, por citar sólo algunas. Y luego las enormes y fascinantes máquinas industriales llenas de detalles, manómetros, bombas, tuberías, que se pueden admirar de cerca o desde lo alto de la escalera como en un cuadro de Escher. Pero no hay que perderse sobre todo la atmósfera única del lugar, en la que sumergirse como en una corriente. Desde su creación, el museo se ha ido enriqueciendo con obras: en 2016 se inauguró la sala del tren de Pío IX, una auténtica joya, y en 2017 la sección "Del mito al milagro", que contiene sarcófagos romanos y cristianos.
Un poco de historia
La Centrale Montemartini fue inaugurada en 1912 por el alcalde Ernesto Nathan y bautizada con el nombre de uno de sus concejales que supervisó las obras. Tras años de honorable servicio, la central se cerró en la década de 1960 y cayó en el olvido hasta que, casi treinta años después, se renovó y, en 1997, la exposición "Máquinas y dioses" inauguró el museo tal y como lo conocemos hoy. El recorrido consta de dos plantas y cuatro salas de distintos colores que conservan sus nombres originales: Sala de Máquinas, Sala de Calderas, Sala de Columnas y Sala de Calderas 2. Además, una zona está dedicada a exposiciones temporales. Especialmente atractivas son las fotos y testimonios de la colosal construcción y posterior funcionamiento de la central.
Curiosidades
En el ajuar funerario de Crepereia Tryphaena, una joven fallecida en el siglo II d.C., se conserva una pieza de fina artesanía. En la Sala de las Columnas, junto a los numerosos y valiosos objetos de joyería, peines y espejos que formaban parte del ajuar hallado durante la construcción del Palacio de Justicia en 1889, se puede admirar la hermosa y detallada muñeca de marfil con articulaciones que la joven había llevado consigo a la tumba. Algunos vieron en ella a una Barbie de la antigua Roma.
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