Castañares larianos

Rezzago y los castaños

Rezzago es el pueblo que más se reconoce en los bosques de castaños: de hecho, esta relación queda sellada en el escudo municipal que muestra el castaño floreciente y, por tanto, con referencia explícita a la producción frutícola. Es en este municipio donde se encuentra el bosque del Enco, sin duda el más admirable para pasear. Se trata de un inmenso parque frutícola atravesado por el Sentiero del Castagno (Sendero del Castaño), formado por plantas muy longevas que, dados sus orígenes lejanos, han conservado un estatuto jurídico especial que, de otro modo, se habría perdido. Este antiguo derecho de plantación de origen germánico permite a los habitantes del pueblo poseer y, por tanto, plantar, transformar y disfrutar de los productos de los árboles situados en terrenos públicos. En 1984 leímos en los documentos municipales que se fijaba un canon anual de 200 liras por cada árbol situado en terrenos municipales y que estos ingresos se utilizaban para plantar o injertar nuevos castaños en sustitución de los que habían sido talados o habían muerto. Esta forma ha permitido mantener y utilizar este importante patrimonio colectivo, antaño preciada fuente de alimento y hoy atracción turística y paisajística.

El camino de piedra entre los castaños de Enco

Los castaños

Caminando de Valbrona a Barni por una ruta fácil, nos adentramos en la tierra de los "castagnoni": reliquias de bosques centenarios. Partimos de Maisano di Valbrona para encontrarnos al principio con el castaño de la Madonna della Febbre de valor simbólico: nacido cerca del Santuario del mismo nombre, en la iconografía del siglo XX dedicada al Santuario, el gran árbol se coloca para representar bosques inexistentes e iguala al edificio en términos de presencia escénica y valor simbólico. En particular, su importancia aumentó después de que el árbol madre fuera cortado por la base y desarrollara tres tallos a partir del único tocón, convirtiéndose en el símbolo y la memoria del valle. Es al final donde encontramos el castaño más grande de la Valassina: el Castanun de Buncava en Barni. El "gigante" ya es visible a lo lejos con sus 32 m de altura. Edad: ¡250 años!

Castaño de la Virgen de la Fiebre

La importancia del castaño a lo largo de los siglos

Los bosques de "árboles grandes", como se denomina localmente a los castaños, han cubierto las colinas del Triángulo de Larian durante al menos un milenio, han modelado su paisaje y han caracterizado su cultura, economía e historia. El castaño es la especie forestal más cultivada en Italia porque tiene una doble producción: madera y frutos. Ya Plinio el Viejo, en el siglo I d.C., ensalzaba su importante utilidad para el hombre. Sin embargo, fue en la Edad Media cuando se disparó su popularidad: el castaño se convirtió en el "árbol del pan " por el alto valor nutritivo y la larga conservación del fruto. El cultivo del castaño con fines alimentarios continuó hasta después de la Segunda Guerra Mundial: en algunos lugares, el bosque proporcionaba, además de la producción del fruto, madera, forraje y yacija, es decir, una capa de hojas secas que servía de forraje y cama para el ganado. A mediados del siglo XX, el escenario cambia y las nuevas estructuras económicas y sociales suponen el fin de la laboriosa agricultura.

La importancia de los árboles

En un pasado reciente, la plantación de un árbol acompañaba los momentos más importantes de la vida humana: el nacimiento de un hijo, la construcción o compra de una casa, el matrimonio, la muerte de un ser querido. Los árboles también servían para marcar un límite. En algunos municipios, a veces se recupera la tradición de plantar árboles para los nuevos nacimientos. Hoy en día, el simbolismo asociado a estas plantas ha evolucionado hasta representar el compromiso local con la protección del medio ambiente. Y, en efecto, ¿qué puede haber mejor que una hermosa avenida arbolada o un sendero forestal?