SHARRYLAND
Brisighella, la reina del valle
Historias y secretos esculpidos en yeso
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Parece que se encuentra en el valle del Lamone, pero si te fijas bien descubrirás que este antiguo pueblo se ha desarrollado aferrándose fuertemente a la roca, utilizando bloques hechos de la misma tiza que las montañas para hacer aún más indisoluble su vínculo con ellas. No, Brisighella no se tumba. Brisighella apoya sus pies en el valle, pero luego escala los Apeninos que la rodean, y los adorna con sus edificios y sus colores cálidos y brillantes, como la energía de sus habitantes. Estamos en el Parque Regional de las Venas Calcáreas, y Brisighella, coronada por las tres montañas que tiene a sus espaldas, es su reina.
Por qué es especial
Sus estrechas calles se alternan con escaleras que trepan por la ladera de la montaña. Las imponentes fachadas de las iglesias encierran la fuerte espiritualidad de sus gentes. Es una reina de la belleza, por eso oculta sus fortificaciones cubriéndolas con el encanto de su vida cotidiana. Es así como un tramo de muralla defensiva se convierte en la fachada de un complejo de casas y tiendas que esconde un secreto, o que un bastión desaparece en el ábside de una iglesia. Poco se puede hacer, este lugar tiene un encanto al que nadie puede resistirse.
Para no perderse
Precisamente porque es bella y sabe que lo es, Brisighella tiene muchas armas que desplegar para enamorar a cualquiera que la visite. Ya sea la antigua Via del Borgo, guardiana de los recuerdos de los barrocciai que traían la tiza a la ciudad desde las canteras, ya sean las iglesias adornadas con obras que vieron abrazar la fe a tantos futuros cardenales, ya sean los juegos festivos de las jornadas medievales entre mayo y junio, por no hablar de sus sabores, el aceite de oliva y las alcachofas autóctonas in primis, no hay forma de escapar a su hechizo.
Un poco de historia
Las tres colinas que dominan el pueblo cuentan su historia. En el siglo XIII, uno de los más grandes condottieri de Romaña erigió una torre en una colina. Alrededor de esta fortaleza se desarrolló el pueblo, que fue descendiendo por la ladera hasta llegar al Lamone. En una segunda elevación se alza la Rocca di Brisighella, construida en 1310 y remodelada posteriormente por los venecianos, que mantuvieron el dominio de la zona hasta que cedieron sus posesiones romañolas al Estado Pontificio. Es un santuario de 1758 que encontramos en la tercera colina. Alberga una imagen de terracota de la Virgen que parece datar del siglo anterior.
Curiosidad
El condottiere que erigió la primera torre de fortificación de Brisighella fue Maghinardo Pagani da Susanina. Su articulada carrera militar le llevó a hacer malabarismos entre güelfos y gibelinos. También combatió en Florencia y, quién sabe, tal vez conoció allí a Dante. El poeta sin duda lo conoció y despreció las justas entre las facciones enfrentadas, tanto que lo incluyó en la Divina Comedia. Si buscas en el canto XXVII del Infierno, no encontrarás su nombre, pero sí la inconfundible descripción de su escudo de armas, un "lïoncel dal nido bianco / che muta parte da la state al verno".
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