Bagnacavallo, hermoso pueblo en la llanura
Un pueblo sorprendente, hogar de bandoleros, damas y una plaza única
¿Dónde está?
¿Qué es Bagnacavallo y dónde está?
Bagnacavallo es un precioso pueblo de la provincia de Rávena. Su centro, en parte porticado como muchos pueblos de Romaña, es un sinuoso laberinto de callejuelas en las que es agradable perderse, descubriendo una serie de edificios interesantes: el Teatro Municipal que lleva el nombre de Goldoni, que vivió en el pueblo porque su padre era médico allí, la Torre Cívica, el Convento de San Francesco, hoy sede de exposiciones y eventos, y el Castellaccio. El punto más llamativo, sin embargo, es la Piazza Nuova, el primer ejemplo en Romaña de centro equipado para el comercio, prácticamente un centro comercial ante litteram.
Por qué es especial: Piazza Nuova
No hay muchos pueblos que puedan presumir de tener una plaza similar a la Piazza Nuova. Está totalmente rodeada por un edificio único, esencial y elegante(Vittorio Gassman lo eligió para ambientar la lectura televisiva del primer canto del Infierno de Dante): una logia elíptica de ladrillo con una sucesión de 30 arcos de medio punto sobre pilares cuadrados y dos entradas arqueadas. El pavimento es de terracota bajo los arcos y adoquinado en la plaza. Antaño sede de varias carnicerías y pescaderías, hoy alberga talleres artesanos y una deliciosa osteria donde detenerse a comer cappelletti o passatelli.
No se pierda: San Pietro in Sylvis
Una visita a Bagnacavallo no puede, sin embargo, dejar de lado la iglesia parroquial más antigua de Romaña, la iglesia parroquial de San Pietro in Sylvis, un espléndido ejemplo de arquitectura proto-románica, siguiendo el modelo de las basílicas de Rávena. El interior conserva fascinantes frescos que abarcan desde el arte bizantino hasta el renacentista, siendo los más interesantes los de Pietro da Rimini, donde, entre los personajes inmortalizados por el pintor, se encuentra un retrato de Dante Alighieri. La iglesia data del siglo VII, y los frescos de Pietro da Rimini, de 1320.
Curiosidades de la aldea de Villanova
Para completar la exploración, merece la pena visitar, en la aldea de Villanova, elEcomuseo delle erbe palustri (Ecomuseo de las hierbas palustres ), que documenta el antiguo arte pobre de trabajar cinco hierbas, el junco, la styantha, el junco lacustre, la juncia y la caña espinosa, con las que se fabricaban cestos, sillas rellenas, zapatillas y chalecos. También dentro del museo se encuentra la curiosa "Locanda dell'allegra mutanda" (Posada de la alegre ropa interior ), que toma su nombre de los calzoncillos de finales del siglo XIX y principios del XX, colgados en tendederos encima de las mesas. También merece la pena visitar el Museo civico delle Cappuccine, que contiene importantes obras de arte.
Un poco de historia y el origen del nombre Bagnacavallo
Bagnacavallo, cuyo nombre tiene su origen en un antiguo vado cuyo paso obligaba a mojar las patas del caballo, es de origen antiguo. Primero fue celta y después, tras encarnizadas batallas, romana. Tras las invasiones bárbaras, fue reconquistada por los bizantinos, que la convirtieron, sin éxito, en un puesto avanzado en la lucha contra los lombardos. En la Edad Media pasó de señor en señor, no todos acertados si hasta Dante los menciona en el Purgatorio con un verso despectivo: "Ben fa Bagnacaval che non rifiglia", refiriéndose a la dinastía Malvicini y deseando el fin de su dominio sobre la ciudad.
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