SHARRYLAND
Ala, ciudad de terciopelo
Un hilo de seda recorre las calles de Ala
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Venga de donde venga, lo que se le presenta es una hilera de casas modernas cerca de la carretera de circunvalación. Sin embargo, si te fijas bien, tu mirada se verá atraída por la belleza que hay más allá: por la acequia que recorre el lado norte de la ciudad y luego desciende hacia el valle, por la escalada y el escalonamiento de los tejados de las casas más antiguas a medida que tu mirada se eleva hacia la montaña y, por último, por la grandeza de la Iglesia Parroquial de Santa María Assunta que se alza sobre el centro histórico de Ala.
Por qué es especial
La singularidad de Ala reside en una tradición centenaria que sólo las calles del casco antiguo pueden revelarle, casi como si se tratara de un secreto guardado en tiempos pasados. Paseando por Contrada della Roggia y Via M. Soini observará algunos vestigios de lo que antaño fue un auténtico centro artesanal, formado por hilanderías, curtidurías, serrerías y antiguos molinos. Al entrar en el corazón del pueblo, pasará por la estrecha Via dei Vellutai, que se abre a una antigua plaza desde la que se divisa el campanario de la iglesia. Aquí, entre los nueve altares de mármol policromado, se encuentra el retablo que representa a Santa Lucía, patrona de los trabajadores del terciopelo, revelando la extrema importancia que tuvo el mercado de la seda en esta zona.
No se lo pierda
Este año, al comienzo de la segunda decena de julio, se celebra el evento"Ciudad de terciopelo", concretamente el fin de semana comprendido entre el 12 y el 14 del mes. Durante este periodo, cada año, la ciudad nos hace retroceder en el tiempo unos cuantos siglos, con la reapertura de patios, palacios, posadas y talleres artesanales, con verdaderos talleres experimentales donde se puede redescubrir el noble arte del hilado de la seda .
Un poco de historia
Fueron los venecianos, durante su dominio aquí, quienes introdujeron el cultivo de la morera y la cría de gusanos de seda. Sin embargo, fue necesaria otra intervención para convertir a Ala en la reina del terciopelo. Dos exiliados genoveses, expertos tejedores de terciopelo, se refugiaron en Ala para escapar de la peste bubónica. Los ciudadanos de Ala fueron hasta Génova para recuperar el material necesario, desafiando los celos de la rica Génova. Así, la técnica se implantó en Ala, y sus tejidos se hicieron famosos en Europa. La actividad no entró en crisis hasta mediados del siglo XIX, cuando la producción tradicional se vio superada por nuevas industrias. Hoy es el evento estival el que mantiene vivo su recuerdo y su artesanía.
Curiosidades
Si pasea por la Piazza Bonacquisto y pasa por delante de la iglesia de Santa Maria Assunta, podrá acceder a la rectoría, donde se guarda un tesoro escondido de incalculable valor histórico y artístico. Allí encontrará, de hecho, toda una colección de objetos y ornamentos sagrados de auténtico terciopelo alense del siglo XVIII, otra importante prueba del comercio de la seda en la zona de Ala.
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