SHARRYLAND
En Tricarico, la trashumancia de toros y vacas... o tal vez no
La peregrinación que no esperas
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
El 17 de enero aún no ha amanecido. Nuestro sueño es, cuando menos, profundo, acunado por mantas y almohadas, cuando en un momento dado, sin prestar atención a persianas, cortinas y sueños, un ruido sombrío, rítmico y polifacético se cuela en nuestros oídos. Son cencerros que cruzan las calles del centro, llevados por vacas y toros camino de la iglesia de San Antonio, protector de los animales. Allí darán tres vueltas rituales alrededor de la iglesia para recibir su bendición antes de partir hacia la Transumanza. Así nos lo explicaron a nuestra llegada al pueblo.
Por qué es especial
Lo que no nos dijeron fue la raza de estos animales. Nos quedamos bastante sorprendidos cuando abrimos las ventanas y los vimos: todos enmascarados. Algunas iban vestidas de blanco, con la cabeza cubierta por un sombrero de ala ancha que sostenía un velo blanco, pañuelos de vivos colores en la cabeza y cintas de todos los colores que les llegaban desde la cabeza hasta los pies. Otras, vestidas de forma similar pero reduciendo los colores al negro interrumpido por algunas cintas rojas. Las vacas blancas y los toros negros invitan a todo el pueblo a la fiesta. Sólo queda ponerse rápidamente los zapatos y la chaqueta y unirse a la manada.
No se lo pierda
En serio, ¡no se limite a ver desfilar a la comitiva! Se perderá los juegos entre los animales, los desafíos, las escaramuzas y sí, ¡hasta algún intento de monta! Las figuras reproducen la dinámica del rebaño en un juego que recuerda el fuerte vínculo de Tricarico con la ganadería y el papel fundamental que desempeñaba en la economía de la ciudad. Para los que no puedan venir el 17 de enero, hay una segunda oportunidad. Una fiesta tan alegre y colorista no ha tenido ningún problema en fusionarse con el carnaval, hasta el punto de que el evento se repite también en febrero.
Un poco de historia
Durante siglos, Tricarico basó su economía en la ganadería. Hoy ya no es así, pero el recuerdo permanece, ayudado por algunos elementos urbanos, como los abrevaderos, que aún pueden verse junto a las fuentes. Además, el pueblo se encuentra a lo largo de una ruta de trashumancia que aún se utiliza. Esto significa que, aunque en grupos más pequeños y con menor frecuencia, todavía hay rebaños que pasan periódicamente por Tricarico. El ritual que representa el acontecimiento traza fielmente la ruta que solían seguir todos los rebaños de Massari y Tricarico, incluidas las tres vueltas propiciatorias alrededor de la iglesia.
Curiosidad
No es ningún misterio que durante siglos las mujeres estuvieron excluidas del mundo del teatro y de la escenificación en general. ¡Imagínese en una representación que implique contacto físico entre los participantes! Sí, según la tradición, las vacas blancas tan cortejadas por los toros negros son a su vez hombres. No se preocupe: ¡hemos visto algunos rostros femeninos!
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