SHARRYLAND
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
En Como se encuentra un edificio que, por su estructura sencilla y su decoración en madera, podría parecer un chalet. En realidad, es su propio letrero el que nos dice lo que es: se trata de la estación del teleférico que sube a Brunate, un pueblo situado justo encima de la ciudad, a unos 700 metros sobre el nivel del mar, desde donde se puede admirar el hermoso panorama del lago y disfrutar de un poco de frescor en los calurosos días de verano. ¿Por qué hacer una estación tan especial? Se dice pronto: Brunate fue un destino turístico de lujo y, para ser sinceros, aún hoy podemos revivir los ecos de la Belle Époque en sus calles.
Por qué es especial
Al bajar del teleférico en Brunate, se percibe inmediatamente cómo la singularidad de la arquitectura, combinada con un amplio panorama del lago de Como y los Alpes, crea una atmósfera relajada y satisfactoria. De hecho, aquí comienza un viaje que nos sumerge en la lujosa vida de la alta burguesía que vivía o veraneaba aquí a finales del siglo XIX y principios del XX. Uno casi parece respirar el aire resplandeciente que debió de planear sobre estas calles en aquellos años de crecimiento, innovación y esplendor, mientras pasea entre villas Art Nouveau y Eclécticas.
Para no perderse
Se trata de casas particulares, por lo que es difícil ver sus interiores, pero de vez en cuando acude algún evento cultural, como exposiciones temporales de arte contemporáneo, instalaciones multimedia, exposiciones fotográficas, conciertos en los jardines, etc. Personalmente, tuve el placer de poder visitarlas con motivo del evento Como: "Le bellezze interiori", que tuvo lugar a finales de septiembre de 2020 y que nos permitió admirar los jardines de las villas desde dentro y asistir a algunos eventos muy interesantes.
Un poco de historia
Si durante siglos había sido un pequeño pueblo de montaña con vistas al lago, a partir de mediados del siglo XIX la proximidad de Brunate a la ciudad de Como, unida a las espectaculares vistas que se pueden disfrutar desde sus calles, comenzó a atraer el interés de los turistas. Al principio, un camino de herradura hizo más accesible el pueblo, luego una carretera, pero el verdadero punto de inflexión fue el teleférico, inaugurado en 1894. Así surgieron casitas de moda y hoteles de lujo, porque el turismo, en aquella época, era cosa de unos pocos elegidos. Basta pensar que el Hotel Milan de Brunate contaba con el primer ascensor de Italia, ¡ importado de Estados Unidos!
Curiosidad
En Brunate existe una fuente peculiar. Realizada en hormigón, consta de una pila con una especie de fondo de líneas muy estrictas: dos columnas estriadas y dos paneles rectangulares. El primero, en posición central, encierra un friso decorativo; el segundo, más grande y situado en la parte superior del conjunto, encierra lo que no se espera: ¡un mensaje publicitario! Sí, se trata de una de las fuentes publicitarias que Campari hizo construir en varios municipios italianos. Hoy sólo quedan tres.
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