La Gnoccata de Guastalla

Cada tres años, en el mes de mayo, Guastalla celebra la tradicional "Gnucàda" -la ñoquis-, que recuerda una fiesta popular organizada por los molineros a mediados del siglo XIX mientras trabajaban a orillas del río Po. Los molineros repartían, en aquella ocasión, platos de ñoquis elaborados con las gachas obtenidas de la molienda. Este momento de convivencia se convirtió, unos años más tarde, en una auténtica protesta contra el impuesto de molturación que introdujo el gobierno de Menabrea. Durante el evento, Guastalla se ve invadida por un alegre cortejo histórico, formado por dos partes: los señores -los que gobernaban la zona- y el pueblo llano -en carros tradicionales que representan antiguos oficios-. No faltan los espectáculos de fuego y malabares, pero los momentos más esperados son el reparto gratuito de nada menos que 2.500 kg de ñoquis entre los asistentes y la coronación del "Rey de los ñoquis", que simboliza una figura propiciatoria para superar la pobreza en la que cayó la población de la zona en el siglo XIX.