SHARRYLAND
¿Dónde está?
Qué es y dónde está
Cuando lo ves asomarse entre los árboles, desde lo alto de la colina en la que está encaramado, lo primero que piensas es que has sido presa de tu imaginación, o que te has topado con un pequeño parque de atracciones al estilo de los cuentos de hadas. En efecto, los distintos caballeros, viajeros y doncellas que llegaban al castillo del rey o del mago debían de sentirse igual que nosotros a los pies de Rocchetta Mattei. Y tanto en la realidad como en los cuentos de hadas, al acercarse uno descubre que este lugar de torres, puentes, cúpulas doradas, colores y geometrías audaces es absolutamente real.
Por qué es especial
Su mecenas y primer habitante no era ciertamente un rey, pero tenía un título nobiliario y, al ser el propietario de las tierras de los alrededores, podía al menos comportarse como un señor feudal. También era un investigador, un innovador que dio origen a la electromeopatía, una nueva disciplina curativa. Su casa, por tanto, no podía ser menos. La estructura del castillo es clásica, varios edificios encaramados a una colina, pero todos los detalles arquitectónicos y decorativos son de estilo morisco y, en algunas estancias, incluso Art Nouveau. Pero cuidado, no todo lo que se ve es real: muchos detalles están hechos de materiales como papel y tela, auténticos juguetes arquitectónicos para asombrar a cualquiera que ponga sus ojos en ellos.
Para no perderse
En un lugar donde todo está hecho para sorprender y estimular la imaginación, no hay un solo rincón que pueda decirse que es inferior a los demás. Cada forma es misteriosa y cautivadora al mismo tiempo. Podríamos pasarnos horas encantados con el juego de arcos de la capilla, o la reproducción de la Alhambra en el jardín de los leones, por no hablar del estudio, con su techo de pirámide invertida, o la Sala de los 90, un suntuoso himno al Art Nouveau y a la alegría de vivir de un anciano de 87 años que planeaba aquí mismo su fiesta de 90 cumpleaños junto a otras 89 personas de la misma edad. ¿El mejor consejo? Abrir bien los ojos. Aquí todo es fascinante, misterioso e inédito.
Un poco de historia
El conde Cesare Mattei construyó su castillo de cuento de hadas en Grizzana Morandi, cerca de Bolonia, a mediados del siglo XIX. La belleza del lugar y la fama de su propietario hicieron que la Rocchetta acogiera a personalidades ilustres como el zar Alejandro II y el escritor Fedor Dostoievski. Cuando murió en 1896 a los 87 años, la Rocchetta pasó a manos de su hijo adoptivo y la familia de éste, pero a partir de 1950 la mansión entró en una fase de decadencia y abandono, hasta que fue adquirida por la Fundación Caribo, restaurada y abierta al público en 2015.
Curiosidades
Dostoievski habló de las medicinas del conde boloñés en Los hermanos Karamazov, diciendo que el mismísimo diablo las utilizaba para curar el reumatismo. Y su fama perdura hasta nuestros días: las curas del conde Mattei se siguen utilizando en Pakistán y la India.
Cesare Mattei representado en una de las vidrieras de la Sala de los Noventa
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