"La vida de un soldado en la Gran Guerra".

No se lo pierda

Los objetos recogidos van de la ropa de los soldados a la comida, de la higiene personal al trabajo en las trincheras, de la defensa individual a los momentos de descanso. Equipamiento militar como bayonetas, botas y ropa van acompañados de latas, cajas de rapé, botellas, pequeños objetos que, a pesar de todo, intentaban mantener un sutil vínculo con la vida cotidiana que, incluso más de un siglo después, no deja de hacer sentir un nudo en el fondo de la garganta.

Un poco de historia

Recoaro Terme era una ciudad fronteriza entre el Reino de Italia y el Imperio Austrohúngaro, y la zona de Campogrosso se convirtió en una estratégica posición defensiva y de retaguardia. Allí mismo se construyeron las primeras trincheras, elementos cortos y blindados según las instrucciones del Estado Mayor del Ejército, aprovechando la abundante madera que proporcionaban las zonas boscosas de los alrededores.

Curiosidades

Para comprender aún mejor los objetos expuestos y su papel en la vida de los soldados, puede dar un paseo fuera del museo: en Campogrosso, una sencilla ruta de senderismo une los restos de artefactos militares de la Gran Guerra. La ruta comienza un poco más allá del refugio, en la ladera norte de los picos del Correo y del Observatorio, y nos lleva a lugares que, quién sabe, probablemente fueron pisados por aquellas botas como las que acabamos de ver expuestas en el museo.