Iglesia de la Magdalena

Para no perderse

La iglesia está dedicada a María Magdalena. Ella es, por tanto, la protagonista, junto con San Paulino, patrón de la ciudad, del cuadro del altar mayor. A la izquierda de la nave, en cambio, se encuentra el altar de la Inmaculada Concepción. Es hermoso observar cómo la yuxtaposición de las dos figuras femeninas en el Olimpo cristiano (y dentro de esta iglesia), una pecadora penitente, la otra concebida sin culpa original y madre de Dios, parece encerrar el universo femenino en un único espacio sagrado.

Un poco de historia

Los orígenes de la iglesia se pierden en la noche de los tiempos, pero su orientación sesgada recuerda a la ciudad romana. Parece ser que en 1200 se erigió una iglesia para albergar las reliquias de María Magdalena, tal vez sobre los vestigios de una preexistente. Salimbene de Adam la menciona en 1283 (illi de Senogallia dicebant se illum habere). El culto a la santa adquirió tal importancia que con el tiempo nació la Feria de la Magdalena, que se iniciaba anualmente el 22 de julio. Con el tiempo, la iglesia sufrió muchos cambios y reconstrucciones; incluso las reliquias fueron robadas y llevadas a los alrededores de Bérgamo.

Curiosidades

El mito de la Magdalena considera Marsella como el lugar donde la santa desembarcó con su hermano Lázaro tras vagar por el Mediterráneo en un barco sin timón. Por eso, la leyenda de Senigallia cuenta que hacia 1200 el conde Sergio se casó con una marsellesa. La mujer, una princesa, trajo como dote las reliquias de María Magdalena de su ciudad, y fue ella quien se dice que quiso que se construyera la iglesia para albergarlas.