Invierno en la meseta de Vigolana

Qué es y dónde está

La Vigolana se asemeja a una corona real que se alza imperiosa hacia el cielo. Sus picos rocosos se elevan sobre toda la meseta. En invierno, se cubre de una capa de nieve, más o menos espesa según el año, convirtiéndose en una auténtica Dama Blanca de aire severo y algo somnoliento. Al norte, en cambio, se alza la Marzola, una montaña de aspecto más humilde y suave. Tú estás en medio, en esta extensión de campos que en primavera ofrecen mil matices de colores diferentes y que ahora, en cambio, están totalmente sumergidos por un espeso manto de nieve, que suaviza las líneas del paisaje y lo hace todo plácido y eterno.

Por qué es especial

La gran espectacularidad del invierno aquí es que a menudo hay una clara línea divisoria entre nevadas y no nevadas. Así, aunque aquí puede nevar durante varias horas seguidas, puede estar lloviendo al mismo tiempo, sólo unas decenas de metros más abajo, fuera del microclima. Esto eleva la Meseta Vigolana a un mundo mágico, suspendido entre un manto de nubes y encerrado en las montañas, donde todo es posible; como una de esas esferas de cristal en las que, al agitarlas, se da vida a un torbellino de copos blancos que sólo resiste allí, mientras el resto del mundo "se queda mirando".

Para no perderse

Durante el invierno, una de las experiencias más características es sin duda la posibilidad de realizar una excursión en grupo con raquetas de nieve por alguno de los innumerables senderos de montaña. Quizás después de degustar un buen vino caliente en una de las casitas de madera que se instalan durante el periodo de mercadillos navideños en los distintos cascos antiguos de los suburbios de la Meseta.

Un poco de historia

Desde el 1 de enero de 2016, los cuatro municipios que formaban la meseta - Bosentino, Centa San Nicolò, Vattaro y Vigolo Vattaro - se han unido para convertirse en un único municipio: Altopiano della Vigolana. Estas localidades disfrutan de un espléndido panorama sobre la Valsugana, el valle del Adigio y los Alpes centroorientales. Son pequeñas localidades que aún conservan las tradiciones del pasado en su arquitectura y estilo de vida y que tienen la suerte de contar con grandes centros urbanos, lagos y, por supuesto, la montaña en sus proximidades.

Vista de Centa S. Nicolò desde arriba, atenazada por la niebla

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