La abadía de Chiaravalle, en las afueras de Milán

Otros tesoros: el coro de madera y un curioso detalle pintado al fresco

En el centro de la iglesia se puede admirar la perla del monasterio, un espléndido coro de madera de mediados del siglo XVII con altorrelieves sobre la vida de San Benito, querubines y decoraciones florales. Antes de marcharse, no se pierda el fresco de la contrafachada que muestra una maqueta de la iglesia primitiva, en manos de San Bernardo, y que representa el pórtico tal y como debió de ser antes de la renovación del siglo XVII.

No se pierda: el claustro y las torres de la abadía

El claustro es maravilloso, con sus arcos apuntados , todos los capiteles diferentes y las columnas angulares dobles, con el nudo que simboliza la unión entre el cielo y la tierra y entre lo humano y lo divino, como en la naturaleza de Cristo. A un lado está la sala capitular con dos grafitos, atribuidos a Bramante, que ilustran el Milán de la época. Desde el claustro hay una hermosa vista del campanario, o Ciribiciaccola, como lo llaman cariñosamente los milaneses, de planta octogonal, que alcanza la considerable altura de 56 metros. Es un triunfo de arcos colgantes, columnillas, pináculos, ajimeces, ventanas de tres y cuatro luces, coronado por un cono que sostiene la cruz.

Un poco de historia

En 1135 se construyóuna primera iglesia a petición de Bernardo Abad de Claraval, que se encontraba entonces en Milán para convencer a los milaneses de que se pusieran del lado de Inocencio II contra el antipapa Anacleto; poco después se reconstruyó la iglesia y se consagró en 1221, mientras que la torre se añadió a mediados del siglo XIV; entre 1500 y 1600 el interior se cubrió de frescos. Con la llegada de Napoleón, los monjes fueron expulsados y la abadía cayó en la decadencia; sólo en 1952 los cistercienses recuperaron su posesión.

Curiosidad: el molino de los monjes y el nacimiento del queso grana padano

Si elige la visita guiada, los sábados y domingos también podrá visitar el molino, donde los monjes molían los cereales y donde se dice que nació el grana padano , alrededor del año 1000. La recuperación de tierras emprendida por los monjes había hecho que las llanuras fueran tan productivas que la cría de ganado había aumentado espectacularmente. Para no desperdiciar el preciado recurso que era la leche en aquella época, se desarrolló una técnica para la producción de caseus vetus, un queso duro que podía conservarse mucho más tiempo que los quesos blandos que se producían anteriormente. La receta tuvo un éxito increíble tanto entre las cortes feudales como entre el pueblo, para el que el grana se convirtió en una valiosa reserva alimentaria en caso de hambruna.